La incorporación de Schiaretti al frente opositor que impulsa Larreta fue apoyada por la mayoría de la Mesa Nacional de JxC. Patricia Bullrich la rechazó y Carrió apuntó contra el ex presidente. El factor Milei y el antecedente del 2019
Por: Facundo Chaves
La Real Academia Española define “casus bellis” de una manera simple y, acaso, pertinente para explicar la actualidad de Juntos por el Cambio. “Caso o motivo de guerra. Motivo que origina o puede originar cualquier conflicto o enfrentamiento”. El anuncio de Horacio Rodríguez Larreta de promover la incorporación del gobernador cordobés Juan Schiaretti a un frente electoral ampliado contra el kirchnerismo detonó un enfrentamiento abierto con Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Un verdadero “casus bellis” con desenlace incierto.
La decisión partió aguas y expuso que el eje Macri-Bullrich se encuentra en la Mesa Nacional de JxC en minoría. Es que luego de publicar el comunicado que confirmó la voluntad de Larreta de construir “una nueva mayoría” para vencer al Frente de Todos, tanto Gerardo Morales, presidente de la UCR; como la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; y el titular de Encuentro Federal, Miguel Pichetto, apoyaron la convocatoria y se alinearon para defenderla.
“Juntos por el Cambio tiene que ampliarse y construir una nueva mayoría con todos aquellos que compartamos los mismos valores”, afirmó Larreta y agregó: “Las conversaciones con referentes nacionales como Juan Schiaretti, José Luis Espert o Margarita Stolbizer tienen como único objetivo garantizar el cambio en la Argentina”.
La declaración ocurrió a horas de la reunión que está prevista para las 15, en la sede histórica del Comité Nacional de la UCR, de la que participarán los presidentes de los partidos que integran la coalición opositora. Pero se inscribe en una secuencia más extensa de desencuentros que protagonizan, sobre todo, los precandidatos del PRO, Bullrich y Larreta.
Es que esa pelea de fondo contamina los vínculos políticos y la definición tanto de las alianzas como de los nombres que estarán en las boletas. El cronograma electoral oficial tiene fijado el 14 de junio como plazo máximo para anotar los partidos que formarán parte de esas alianzas y, el 24 de junio, la integración de las famosas “listas”. Y un día después, el domingo 25, hay elecciones en Córdoba, donde el candidato de Schiaretti, enfrenta a JxC.
Con el anuncio público de Larreta y lo que ocurrió después, sobre las últimas horas del domingo, se clarificó lo que se venía escuchando sotto voce desde hace semanas: una escalada que venía contenida y disimulada en el seno del PRO, donde los actores no sólo eran “Patricia y Horacio”, sino, sobre todo, el actor decisivo de todo este conflicto: Mauricio Macri.
La que puso el cuerpo y la voz del lado de Larreta fue Carrió, que no dudó en defender la idea de ampliar Juntos por el Cambio y embistió con dureza contra el ex presidente: “El lado oscuro de Mauricio Macri está jugando para que pierda Juntos por el Cambio”, dijo. Y puso como ejemplo las continuas menciones que hizo el ex presidente a Javier Milei.
Este cronista escuchó las mismas palabras de al menos cinco dirigentes importantes de la oposición, que preferían mantener las formas. “No queremos que se vaya todo a la mierda, todavía hay tiempo para que haya acuerdos y se pueda anotar una coalición más amplia, con otro nombre y boletas con candidatos de consenso”, reconoció un interlocutor de JxC que todavía confía en que la sangre no llegue al río.
Pero Patricia Bullrich salió con los tapones de punta contra su rival en la carrera por la Presidencia: “Yo no voy a entregar ni voy a negociar el cambio. ¿Quién es Larreta o Morales para decir públicamente quién entra y quién no entra en Juntos por el Cambio? Estoy en contra de los mejunjes o que JxC sea una ameba”. Y redobló la apuesta: anticipó que enfrentará con candidatos propios en cada municipio de la provincia de Buenos Aires, una alternativa que varios intendentes del PRO le pidieron específicamente que no hiciera para no dividir el voto y poner en riesgo los distritos.
El riesgo es que con el peronismo participando de una PASO competitiva -con Cristina Kirchner apoyando una lista con presidente, gobernador e intendente, y otra lista con el resto del PJ- más los libertarios de Milei con entre 15 y 20 puntos, los distritos del PRO entren en octubre en zona de riesgo.
“Si cualquier intendente ha dicho que su candidato es Larreta yo voy a buscar en ese distrito quién represente el cambio y voy a poner gente que esté adecuada a los valores que nosotros representamos. Ya tengo 135 candidatos”, dijo la precandidata en televisión.
En una entrevista que este domingo publicó Infobae, Diego Santilli había propuesto que haya un solo candidato en aquellos municipios donde el PRO tuviera intendente. “Para que haya acuerdo se necesitan dos. Yo estoy dispuesto”, dijo el rival que enfrentará a Néstor Grindetti.
Un antecedente incómodo
“Y yo voté la 125″. El ex senador Miguel Ángel Pichetto estaba en otro canal de noticias y se puso como ejemplo de que en política, el futuro suele ser más importante que un largo pasado de desencuentros. Lo dijo para moderar la inquina que surgía de sus interrogadores, que ponían como motivo para rechazar la incorporación de Schiaretti a un frente con Juntos por el Cambio por las últimas votaciones que hicieron sus legisladores en el Congreso.
El auditor general recordó así que su pasado como presidente de bloque de todos los peronismos no fue obstáculo para que Macri lo eligiera en 2019, un día antes del cierre de las alianzas, como su sorpresivo compañero de la fórmula que terminó derrotada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Un binomio que el ex presidente conformó con el argumento de que era necesario “construir acuerdos con mucha generosidad y patriotismo donde todos los argentinos que compartan estos valores aporten desde su lugar”.
Elisa Carrió evocó un argumento que se basa en la experiencia de 40 años de democracia. “Todos los ex presidentes, si ellos no pueden ser, quieren que el otro pierda: le pasó a Menem con Duhalde, a Alfonsín con De la Rúa. En la imposibilidad de ser, no dejan ser a otros. De ahí que va a haber candidatura mía para tratar de unir en la amplitud”, afirmó.
Y agregó: “El PRO, que es el que está generando todo el conflicto, tiene que reunir a su junta y decidir, porque la apertura con Schiaretti me la pidió Mauricio Macri, de la apertura con (el diputado José Luis) Espert también hablaba él y ahora no. ¿Qué quiere? ¿Que pierda Patricia (Bullrich)?”.
La líder de la Coalición Cívica expuso lo que otros vienen diciendo fuera de micrófono: “Todo esto pasa porque Mauricio quiere seguir manejando las cosas: las listas y los nombres del gobierno. Lo hizo con Jorge Macri y quiere marcarle el ritmo a Patricia. Y ella, para demostrar que no la maneja nadie, redobla más la apuesta”, explicó otra de las fuentes que hablaban la semana pasada sin sospechar que la escalada llegaría al punto que llegó este domingo.
Lo cierto es que en medio de esta tensión creciente, el ex presidente estará el martes que viene en la Bolsa de Comercio de Córdoba junto a Luis Juez para volver a ponerse del otro lado de Larreta. Por ahora el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio se mantuvo en silencio sobre la polémica. Sólo festejó que ganó la oposición desbancó al peronismo en elecciones locales de varias localidades que gobernaban desde hace más de 30 años. El jefe de gobierno porteño también celebró: “¡En Córdoba estamos más juntos que nunca para transformar la provincia y hacer el cambio de nuestras vidas!”.
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