Con una gran mayoría de los votos votos escrutados, el Frente de Todos celebró en su centro de campaña en Chacarita la amplia ventaja que le sacó a Juntos por el Cambio en estas PASO.
Es por eso que Alberto Fernández, el candidato a presidente del espacio, dejó que primero hablara Mauricio Macri -su principal competidor- y reconociera la derrota para luego salir con aires triunfales, agradeciendo a sus votantes con palabras de optimismo y euforia.
Primero, Alberto se mostró exaltado. «¡Muchas gracias, Argentina! A todos los que confiaron, de corazón. Estábamos seguros que necesitábamos construir otra historia», dijo con una gran sonrisa de oreja a oreja.
«La Argentina escuchó el mensaje. Que nos importa la educación pública, la universidad pública, que las pymes deben ser cuidadas y respaldadas por el Estado. Le dijimos que no a la reforma laboral. Nuestros abuelos tienen derecho a tener salud y un ingreso como corresponde», continuó arengando a los presentes.
Después llegó el momento de hablar de las diferencias que hubo todos estos años y apuntó a la grieta. «Merecemos un país integrado, no uno donde algunos disfrutan y otros padecen -continuó-. No venimos a restaurar un régimen, estamos para crear una nueva Argentina que termine con este tiempo de mentiras y le dé a los argentinos un horizonte mejor».
Y para que quedara claro, el exjefe de Gabinete fue contundente: «Se terminó la venganza, la grieta y cualquier cosa que nos divida. La Argentina se dio cuenta que el cambio éramos nosotros, no ellos».
Más tarde, se acordó del Gobierno actual y del presidente Mauricio Macri, aunque no lo nombró: «Todos tiene lugar en el país en el que queremos vivir, los que nos votaron y los que no. Vamos a empezar una etapa nueva. Vamos a solucionar los problemas que otros generaron, una vez más. A los que pidieron que se vayan a dormir les pido que no se duerman nada, porque durmieron mucho tiempo y nos generaron un problema enorme».
Para cerrar, el líder del Frente de Todos avisó: «El único trabajo que tenemos Cristina, Axel, Sergio, Máximo y todos nosotros es que los argentinos recuperen la felicidad que han perdido».