El líder radical consideró que el Frente de Todos «está terminado» y, en contraposición, el radicalismo «está generando entusiasmo».
«Volvió a los comités mucha gente que se había ido», destacó en claro y justo reconocimiento al esfuerzo y la convicción de la dirigencia y los cuadros militantes.
En este sentido, reafirmó su compromiso de «acompañar al radicalismo de todo el país, caminando los barrios y dialogando con la gente» por más agresiones que prepare en su contra la matriz violenta, antidemocrática e intolerante del kirchnerismo y de la Tupac Amaru.
Indicó que el gobierno nacional «tiene que resolver la crisis económica y social y, para ello, antes debe superar sus peleas internas» y subrayó que los problemas, las necesidades y las urgencias que aquejan a los argentinos son «culpa del Frente de Todos que está terminado».
Continúo señalando que la UCR, dentro de Juntos por el Cambio, advierte que «enel gobierno no hay plan, no hay rumbo y no hay medidas concretas, sólo anuncios generales que no sabemos si los cumplirán».
Al analizar las posibilidades del radicalismo en la carrera electoral que se aproxima, recordó que «la elección del año pasado nos dio más musculatura precisamente por la performance lograda en Buenos Aires» y abogó por la «ampliación de la base política y partidaria de Juntos por el Cambio», abriendo líneas de diálogo con varias fuerzas.
Al respecto, los dirigentes locales expresaron su confianza, destacando que están en condiciones de derrotar en las urnas al intendente Jorge Ferraresi, recordando que en el pasado proceso electoral el radicalismo quedó a escasos 3 puntos, cuando lo común era perder por 30 puntos. «Al populismo hay que quebrarlo en el conurbano. Si le ganamos aquí, el populismo termina», manifestaron.