La compañía informó que la interrupción del diálogo se debe a las acciones del gremio de pilotos APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas), las cuales provocaron la cancelación de vuelos internacionales hacia destinos como Miami, Madrid, Roma y Cancún.
El jueves pasado, Aerolíneas había retomado las conversaciones con APLA, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) tras dos meses sin avances. En estas reuniones participaron representantes del área de Transporte y de la Jefatura de Gabinete, buscando evitar un impacto mayor en los pasajeros. Sin embargo, el panorama se complicó cuando APLA, liderado por Pablo Biró, decidió intensificar las medidas de fuerza durante el fin de semana, interrumpiendo el servicio y dejando a 2.178 pasajeros varados.
Para mitigar los inconvenientes, la aerolínea reubicó a los viajeros en vuelos de otras compañías y contrató vuelos charter, medidas que incrementaron los costos operativos de la empresa. La ruta a Miami, habitualmente cubierta por aviones Airbus A330, debió realizarse con un Boeing 737 MAX, que implica escalas adicionales por su menor autonomía, lo que generó incomodidad entre los pasajeros.
Aerolíneas Argentinas describió estas acciones de APLA como una “provocación irresponsable” y aseguró que las decisiones del gremio tienen un trasfondo político que perjudica tanto a la empresa como a sus usuarios. La compañía destacó que los paros en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos en Ezeiza (Cefepra) han afectado la renovación de licencias de los pilotos de larga distancia, complicando aún más las operaciones.
Por su parte, APLA culpó a la gestión de Aerolíneas por la falta de avances en la negociación y criticó a los directivos Fabián Lombardo y Juan Pablo Alvarado, acusándolos de falta de experiencia. El sindicato exigió un incremento salarial del 90% para compensar la pérdida de poder adquisitivo desde mayo de 2024 y denunció el deterioro de las condiciones laborales.
El contexto económico agrava la situación, con el gobierno evaluando la reducción de subsidios a empresas estatales y un proyecto de ley en el Congreso que podría recortar el presupuesto de Aerolíneas e incluso plantear su privatización. Ante esto, la empresa estatal manifestó su intención de presentar denuncias ante las autoridades por el impacto económico de las medidas gremiales y expresó su “profunda preocupación” por los pasajeros afectados.