En menos de 24 horas, el Gobierno dio marcha atrás con la posibilidad de que haya un aumento de tarifas en junio. O al menos, le puso un freno. Fue el propio Alberto Fernández el que este viernes pidió «que nadie se apure» y afirmó que «hoy no está en carpeta» ese incremento.
«Nadie se apure. No sé si en junio vamos a estar en condiciones de aumentar, porque lo que más me preocupa es que unos pícaros dejen de ganar en detrimento de la gente. Todo es estudio de revisión para atrás, y después veremos qué es lo que hay que hacer. Pero lo primero no es ver si va a haber aumento de tarifas. Por lo tanto, hoy no tenemos en carpeta hoy el aumento de tarifas», afirmó.
El mandatario aseguró que “hay que revisar qué es lo que pasó con las tarifas” para saber qué se va a hacer.
“En 2015 el consumo de empresas era bastante más alto que el residencial. Y ahora resulta que las empresas gastan muchísimo menos que los residenciales. Eso significa que ese sistema de tarifas destruyó la industria, paralizó las maquinarias. Por eso se consume tan poco en las industrias, y los habitantes terminaron pagando con creces tarifas de luz y gas”, explicó, en diálogo con radio AM 750.
El jueves, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, había anticipado que en «probablemente» en junio se produciría un aumento en las tarifas de los servicios públicos, pero dijo que sería «para los sectores que lo pueden soportar».
«Probablemente sí, pero en los sectores que los pueden soportar. Nosotros hemos cambiado las prioridades de la gestión», respondió Cafiero al ser consultado en radio Metro sobre si en junio habría aumentos.
Sin embargo, Fernández fue enfático. E incluyó en el análisis al transporte público. «¿Por qué va a haber aumento de transporte si las naftas están congeladas? Voy a cuidar el bolsillo de los argentinos hasta el último minuto que esté acá. Ese es el compromiso que tomé con la gente y lo voy a cumplir», enfatizó.
Durante la extensa entrevista, el mandatario también les envió un mensaje a los gremios, al asegurar que «recomponer el salario real es uno de los objetivos prioritarios» de su administración, aunque pidió «paciencia».
«Tenemos que hacerlo dentro de la fragilidad que tiene la economía y con mucha prudencia», agregó.
En la misma línea, Alberto reconoció que los jubilados que ganan más de la mínima y se quejan por el último aumento «tienen toda la razón» y que va «a corregir eso».
«Nadie que gane 23 mil pesos es un potentado. Necesitamos tiempo, porque no tenemos recursos. Lo primero que tenemos que resolver son las urgencias. Y lo urgente es que el que gana 16 mil pesos. Para esa gente, lo que hemos hecho es mucho. Además está el tema de los medicamentos, que sí fue para todos. Es un salario indirecto que ayuda mucho. Si un jubilado estaba ganando 25 mil pesos y gastaba 5 mil en medicamentos, ahora le queda 5 mil más en el bolsillo para disponer. No me parecen sumas maravillosas; es poquísimo. Lo que pido es que tengan presente que llevamos 60 días de Gobierno, no 60 años», cerró.
Salarios de los jueces
«Mire, yo soy hijo de un juez. La famosa discusión sobre la intangibilidad de los sueldos de los jueces efectivamente está en la Constitución porque hubo un momento en la historia en la que el Presidente le podía subir o bajar el sueldo a los jueces y la Constitución quiso evitar ese elemento de presión. La realidad es que hoy los jueces se fijan su propio sueldo. Y se fijaron sueldos interesantes, eh. El otro día un juez que se quejaba y decía que su sueldo y su jubilación eran intangibles, algo que no entiendo. Si uno se jubiló ya dejó de impartir justicia. Me están diciendo que quieren jubilarse con 700 mil pesos y yo le dijo que sigan la lógica de todo el mundo. Los jueces quieren jubilarse con el cargo en el que estaban. No cuentan además que el 82 por ciento móvil lo cobran sobre el bruto, por lo tanto cobran el 92 por ciento. No es que me la agarré con los jueces. Estamos discutiendo poner igualdad en un sistema que no lo es. Los jueces tienen privilegios y hay que hablarle claro a la gente. No me parece feliz que me amenacen diciendo que van a declarar anticonstitucional que les toquen las jubilaciones».
Inflación en alimentos
«Hay dos lecturas: cuando Mauricio Macri estaba en campaña, decidió sacarle el IVA a todos los alimentos de la canasta básica. Lo sacó hasta el 31 de diciembre y después que se arreglara el siguiente gobierno. Si no hubiera sido por nuestra acción, los aumentos hubieran sido del 21 por ciento, que era ponerle otra vez el IVA. Si uno tiene en cuenta eso y ve que subieron sólo 5 por ciento, es casi un éxito rutilante, porque teniendo que volver a poner el IVA esto demuestra que los productores y los puntos de venta en gran medida absorbieron ese costo. Tenemos que seguir peleando día a día con el tema precios. Y esa pelea es de todos. Con Precios Cuidados hemos logrado corregir bastante el tema. Sería muy bueno que todos nos vayan contando a través de una aplicación si se respetan los precios o no. Necesito que todos los argentinos me ayuden. Hay una triste cultura de correr con los precios que va en detrimento de la gente. Hemos logrado una desaceleración muy grande de precios. Hay que terminar con la cultura de los vivos que por las dudas aumentan los precios».
Mensaje del FMI
«Es un paso muy importante, pero tampoco debemos ser exitistas. En lo personal tengo la tranquilidad de que me dieran la razón. Para mí, no es poco. Cuando yo anticipé en campaña que el Fondo estaba siendo cómplice de un vaciamiento de reservas me acusaron de populista, chavista, de que íbamos a dejar a la Argentina fuera del mundo… y ahora pasamos a este punto. Para mí es una gran tranquilidad. Recuerdo que en septiembre, octubre, las autoridades de entonces defendían la sostenibilidad de la deuda. Para mí, es un triunfo de la razón. Es un paso único en la historia, pero queda mucho por hacer».
«Creo que es muy valioso que el Fondo revise sus métodos. Martín Guzmán, cuando todavía estábamos en campaña, se fue a dar una conferencia a Ginebra, a Naciones Unidas, y analizó alrededor de 70 deudas en los que había intervenido el Fondo. Y en el 80% de los casos, las políticas habían profundizado las crisis. El problema de un acreedor es cobrar, no fundir al deudor».
«En mi primera charla con Kristalina Georgieva yo fui absolutamente franco. Le conté todo lo que me tocó pasar entre 2003 y 2005. La Argentina estaba en default y el FMI había suspendido toda asistencia a la Argentina. Nos reclamaban que privaticemos la banca pública, que acotemos las jubilaciones y que tomemos como gasto la inversión en obra pública. Yo le dije: ‘La Argentina consume el 70 por ciento de lo que produce, por lo tanto el mercado interno es muy importante, y si hago lo que ustedes me dicen, ustedes no van a cobrar’. Me creyeron. No es que no queríamos pagarles, queríamos crecer para poder pagarles. Dos años después le pagamos toda la deuda, el 100 por ciento. Yo le conté todo esto a Georgieva y ella también lo escuchó. Después Martín hizo un trabajo formidable e hicimos lo que políticamente debíamos hacer. Pedirle ayuda a distintos países y al Papa Francisco. Todo eso dio esto. El mundo debe celebrarlo, porque es una revisión que hacía falta. La desigualdad se produce por estas cosas, por las deudas que los pueblos no pueden pagar. Esto es mejor para el mundo».
Renegociación de la deuda
«¿Cómo venimos? Venimos con la misma prudencia que tuvimos con el Fondo. Silenciosamente, y con mucho cuidado, tendremos que trabajar con los acreedores, que son otra cosa. Logramos que un auditor externo (el FMI) diga: ‘Lo que dice esta gente es verdad’. Vamos despacio. Es un juego difícil. Hay jugadores de póker y en ese póker a la Argentina le han tocado pocas cartas, pero estamos para pelear. Hemos dado un paso muy importante; único en la historia. Debemos estar contentos pero todo está por hacerse. Estoy confiado en que con el esfuerzo de todos vamos a salir adelante».
«Hemos empezado a arreglar el mayor problema, que es la deuda. Ahora tenemos un poquito más claro cuál es el horizonte, pero hasta hace algunos días atrás no lo sabíamos. No es todo lo mismo. Si logramos un acuerdo podemos disponer de los 9 mil millones de dólares (de deuda a pagar en 2020) para otras cosas, como favorecer el crecimiento. Por eso recién ahora se empieza a ordenar el escenario. Era necesario hacerlo. No es que no teníamos plan, como decían. Teníamos dos planes. Lo que no hemos hecho público nunca es cuál es nuestra propuesta de pago a los bonistas. Confunden el ‘no me cuentan cómo me van a pagar’ con ‘no tienen plan'».
«Que aparezcan los fondos buitres lo estamos previendo. Pero hay una diferencia y es que ahora tenemos un auditor de la talla del FMI diciendo lo que dice. No es que nos pusimos en caprichosos. No estoy temiendo, porque las condiciones son otras. Por el mensaje del Fondo, ya no es lo mismo. Lo que nos está pasando es muy distinto a lo que nos pasó».
Justicia
«Hace 30 años enseño derecho penal. A todas estas lógicas de arrepentidos y testigos privilegiados les tengo miedo. Encubren sistemas de explotación de la miseria humana y encubren injusticias, porque para salvar a uno entierran a otro. En Brasil un condenado vio reducir su condena a la mitad por solo decir que creía que una empresa constructora le había regalado un departamento a Lula. Eso bastó para reducir su pena y condenar a Lula. Cuando salió la ley yo despotriqué en 20 idiomas. Son sistemas muy perversos, que proliferaron en el combate contra el narcotráfico y el terrorismo, pero lo terminaron usando para cualquier cosa».
Clarín.com Economía
JPE