Con un fuerte énfasis en el apoyo logístico a la seguridad interior, el foco puesto en la protección del Atlántico Sur y de las fronteras, el rediseño del concepto de defensa nacional y una protección de los objetivos estratégicos claves de los recursos naturales del país, Mauricio Macri firmó el decreto que contempla la nueva «Directiva de Política de Defensa Nacional».
Se trata de un decreto que contempla tres artículos para poner en marcha el plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas y que en su anexo documental de 27 páginas prevé tres grandes capítulos que fijan los lineamientos de la profunda reforma militar que hoy anunció el Presidente en Campo de Mayo.
«Esta transformación no va a ser fácil ya que los cambios profundos nunca lo son», planteó hoy el mandatario. Esta idea se comprende desde el desafío mayúsculo que se impuso en este documento.
El jefe de Estado y el ministro de Defensa Oscar Aguad junto con el Estado Mayor Conjunto contemplan tres grandes ejes: Apreciación del Escenario Global y Regional; Posicionamiento Estratégico de la Argentina en materia de Defensa; y Prioridades y lineamientos para la reforma del Sistema de Defensa Nacional.
El documento firmado por Aguad sostiene que se fijarán «entre las modalidades de empleo del instrumento militar una serie de responsabilidades, como parte del Sistema de Defensa Nacional o en colaboración con otras áreas del Estado, los objetivos de operaciones en apoyo a la seguridad, de conformidad con la ley de Seguridad Interior, operaciones de apoyo a la comunidad y operaciones de apoyo a la política exterior de la Nación».
Si bien la idea del Gobierno es que las Fuerzas Armadas ofrezcan apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en las fronteras, el texto firmado por el ministro de Defensa aclara que «esta contribución no implica desatender las responsabilidades propias del Sistema de Defensa Nacional».
En el análisis de la defensa mundial el Gobierno señaló que «la redistribución del poder global podría generar situaciones de conflicto. En diversas regiones del mundo, la estabilidad está garantizada por un delicado equilibrio de poder entre las potencias. El Mar del Sur y del Este de China, Europa Oriental y Medio Oriente constituyen escenarios de indudable competencia estratégica. El principal riesgo refiere a la mayor predisposición de algunos Estados a apelar a la resolución de conflictos mediante el uso de la fuerza».
También se destacó que «las amenazas cibernéticas sofisticadas provienen de organizaciones militares y agencias de inteligencia de otros Estados», por lo que establece la necesidad de abordar esta problemática desde la perspectiva de la Defensa Nacional y para ello, dice, se «requiere adoptar medidas y acciones tendientes a resguardar la seguridad cibernética de las infraestructuras críticas del Sistema de Defensa Nacional y de aquellas que sean designadas para su preservación, independientemente del origen de la agresión».
En el análisis regional el documento anexo que acompaña el plan de reforma militar destaca la crisis que atraviesa Venezuela y denuncia que el gobierno de Maduro «persiste en sus esfuerzos por consolidar un régimen autoritario que viola de manera sistemática las libertades fundamentales y los derechos políticos de sus ciudadanos».
En el capítulo de «Posicionamiento Estratégico de la Argentina en materia de Defensa» el Gobierno señala que «el Sistema de Defensa Nacional debe cumplir un rol clave en la preservación de este interés soberano, de conformidad con los lineamientos estratégicos de la política exterior argentina, particularmente en lo que respecta a la cooperación internacional». Y establece ciertos riesgos a tener en cuenta como: la competencia por recursos estratégicos, los ataques externos a objetivos estratégicos y la utilización del ciberespacio con fines militares.
De esta manera, entre los «desafíos» planteados por las Fuerzas Armadas en adelante el Gobierno establece que los militares argentinos deberán hacer frente al «impacto de la criminalidad transnacional». Es decir que «tendencias identificadas en los escenarios global y regional exhiben que la seguridad de los Estados de América del Sur estará crecientemente asociada a la atención de fenómenos de carácter trasnacional. La desarticulación de redes delictivas vinculadas al narcotráfico, la piratería, la trata de personas y el contrabando, entre otras actividades ilegales, configura un desafío prioritario de las estrategias de seguridad de la región».
Este punto es el eje sustancial por el cual el Gobierno derogó el Decreto 727/2006 de Néstor Kirchner que limitaba el accionar de las Fuerzas Armadas ante ataques de Estados extranjeros. En la nueva visión del Gobierno se determinó que las amenazas pueden venir ahora tanto de grupos de narcotraficantes como del terrorismo mundial.
Por otra parte, la reforma de las Fuerzas Armadas pondrá énfasis en la protección de los recursos en el Atlántico Sur «en virtud de sus enormes reservas de recursos naturales», aunque señala que la reciente mejora en la relación con el Reino Unido «contribuye al logro de este objetivo nacional irrenunciable, ya que favorece un espacio de oportunidad para incrementar la cooperación bilateral y promueve al interés nacional de preservar y explotar los recursos naturales allí existentes».
Las operaciones militares que se desarrollarán en adelante priorizarán: la vigilancia y control de los espacios soberanos; la protección de Objetivos Estratégicos; el apoyo a la Política Exterior; el apoyo al Sistema de Seguridad Interior; el apoyo a la Comunidad y el apoyo a la generación de conocimiento científico.
Fuentes del Ministerio de Defensa y de Seguridad aclararon a Infobae que con la protección de objetivos estratégicos por parte de las Fuerzas Armadas se liberarán unos 300 gendarmes que hoy cuidan las hidroélectricas, radares y edificios claves del Estado. Pero las centrales nucleares seguirán estando bajo custodia de un equipo especial de la Gendarmería Nacional en coordinación con el Ministerio de Energía.
En la protección de objetivos estratégicos el Ministerio de Defensa incluirá como criterio para el planeamiento estratégico militar «el adiestramiento y la adquisición de bienes para la custodia y protección de objetivos estratégicos».
En cuanto al apoyo a la política exterior, las Fuerzas Armadas se abocarán a profundizar la participación en operaciones de paz de la ONU, el incremento de la participación en los organismos multilaterales en materia de defensa en el marco de la OEA y los ejercicios militares combinados con las Fuerzas Armadas de países aliados y amigos.
El documento que impulsa el Gobierno por la vía del decreto sostiene que el apoyo al sistema de Seguridad Interior se hará en el marco de «la creciente complejidad de las problemáticas de seguridad trasnacional como narcotráfico, terrorismo, trata de personas y otros delitos complejos».
Para esto se pondrá en marcha un apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en las fronteras, el «fortalecimiento de las capacidades de vigilancia y control fronterizo en los ámbitos terrestre, marítimo, fluvial y aéreo constituye un objetivo prioritario del Poder Ejecutivo».
Para ello se instrumentará el «despliegue del Instrumento Militar» que contemplará la eventual conformación de Unidades Conjuntas sobre la base de criterios de eficiencia operativa, logística y presupuestaria; previendo la eliminación de estructuras que puedan producir superposiciones y/o sean instancias burocráticas de los elementos dependientes, de manera de simplificar la cadena de comando.
Todo ello responderá a lo que el Gobierno llama el «accionar militar conjunto». Es decir, un modelo único de accionar militar integrado, incluso en aquellos casos en los que, por el ámbito en que ésta se desarrolle o por las características propias de la operación en cuestión, la misma deba ser ejecutada por elementos significativos de una fuerza específica.
Así, el Estado Mayor Conjunto se propone fortalecer la arquitectura del Sistema de Comando, Control, Comunicaciones, Computación, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (C4ISR) de los niveles Estratégico Militar, Operacional y Táctico. Habrá una reestructuración del Poder Aeroespacial del Instrumento Militar, conforme las prioridades estratégicas del Sistema de Defensa Nacional. La idea allí es unificar en una suerte de «Fuerza Aérea Unica» el potencial militar del aire.
También está previsto «el desarrollo de elementos terrestres, navales y aeroespaciales de carácter modular e integrado para la conformación de Fuerzas de Intervención Rápida». El ministro Aguad dijo a Infobae que habrá una unidad de despliegue rápido para todo el país que conformarán unos 10.000 uniformados para dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad.
Y por último, el fortalecimiento de las capacidades de anticipación, disuasión, vigilancia y control de la seguridad cibernética de las infraestructuras críticas del Sistema de Defensa Nacional.
En cuanto al equipamiento militar, el Gobierno se propuso elaborar un cuadro de situación permanente del equipamiento militar del Sistema de Defensa Nacional. Este relevamiento tendrá como criterio la seguridad de las operaciones y la protección de la vida e integridad física del personal militar.
De esta manera, Macri instó al ministro de Defensa a realizar en el término de cinco a ocho años la recuperación del material fuera de servicio, cuando ello sea factible y aceptable y siempre que mantenga la aptitud necesaria para responder a las capacidades operativas a retener; la modernización del material disponible, cuando resulte apto, factible y aceptable para satisfacer las capacidades operativas previstas y la incorporación de nuevo material, priorizando aquellos equipos que potencien la capacidad disuasiva, favorezcan la normalización con los existentes a nivel conjunto y aporten nuevos desarrollos tecnológicos.
El plan de reforma militar contempla también la supresión de comandos intermedios «carentes de finalidad práctica, la reducción de las estructuras administrativas de las fuerzas, el fortalecimiento del accionar militar conjunto y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías de comunicación e información».
Fuente: Infobae