Ahora tendrán una nueva posibilidad de hacer su descargo sobre el asesinato a golpes del joven de 19 años frente al boliche «Le Brique».
Será un día después de la multitudinaria marcha en el Congreso al cumplirse un mes del homicidio, encabezada por los padres de la víctima, que se replicó en otras partes de la Argentina y en otros países. En la movilización principal Graciela Sosa, madre de Fernando, exigió justicia por el crimen de su hijo. «Lo que le hicieron es terrible, no lo dejaron defenderse, lo mataron a traición», se lamentó, con dolor.
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Los ocho rugbiers serán trasladados bajo un estricto operativo de seguridad desde la Alcaidía de la Unidad Penitenciaria 6 de Dolores hasta la fiscalía de Villa Gesell. Zamboni los notificará de su decisión de acusarlos a todos de la coautoría del homicidio, y del doble agravante de la alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, como las lesiones sufridas por los amigos de la víctima.
Máximo Thomsen y Ciro Pertossi fueron considerados «coautores» en la primera etapa de la instrucción. Pero el lunes Zamboni sumó con esa misma calificación a Luciano Pertossi, Ayrton Viollaz, Matías Benicelli, Lucas Pertossi, Enzo Comelli y Blas Cinalli. Los únicos que seguirán acusados como «partícipes necesarios» serán Alejo Milanesi y Juan Guarino, excarcelados la semana pasada por falta de mérito y que serán indagados el próximo jueves.
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Igualmente los diez acusados por el crimen serán imputados en el mismo grado por el delito de «lesiones leves». Será por los golpes que sufrieron los cinco amigos de Fernando, que intentaron ayudarlo durante el mortal ataque frente al boliche «Le Brique», en pleno centro de Villa Gesell.
El abogado Hugo Tomei, defensor de los rugbiers, pidió que las indagatorias fueran suspendidas pero su solicitud fue rechazada. Además insistió en sus cuestionamientos a la actuación de Zamboni y decidió no asistir a una audiencia de recusación de la fiscal, convocada por el juez de Garantías David Mancinelli. El magistrado deberá resolver sobre este planteo.
En tanto que el abogado Fernando Burlando, que representa a la familia de la víctima, insistió con que debe investigarse la existencia de un nuevo sospechoso, el número 11. Se trata del joven que que aparece fotografiado con algunos de los rugbiers acusados.
El pedido del querellante se conoció en plena difusión de una foto incorporada al expediente, en la que se ve a un joven que no está aún identificado en la causa, junto a Thomsen, Luciano y Lucas Pertossi, Viollaz, Cinalli y Guarino. Fuentes judiciales aseguraron a la agencia Télam que esa imagen fue tomada en la casa que los rugbiers alquilaban en Gesell a las 5.11 del 18 de enero, media hora después del crimen de Fernando.
Según los voceros, en esa foto Cinalli y Thomsen ya se habían cambiado la ropa y llevaban puestas las remeras con las que fueron filmados en el local de comidas rápidas al que fueron tras el crimen. Para ese momento ya habían enviado al grupo de WhatsApp el audio que dice «caducó», en referencia a la víctima.