Una banda conseguía dólares a valor oficial y luego los vendía en “cuevas” porteñas

La organización, desbaratada por la Policía de la Ciudad, está compuesta por al menos tres personas. Operaban desde hace años. La millonaria cantidad de dinero que les incautaron

Por: Miguel Prieto Toledo

La División Lavado de Activos y Delito Aduaneros de la Policía de la Ciudad desarticuló en las últimas horas una organización, acusada de llevar adelante durante años un sofisticado fraude -que incluía maniobras en el exterior- con el que conseguían dólares a valor oficial para luego venderlos a una cotización superior. Es decir, realizaban un “rulo” financiero, aunque completamente ilegal: no cambiaban las divisas a través de una operatoria autorizada por la Ley (dólar bolsa o MEP), sino que lo hacían en “cuevas” del microcentro porteño.

Altas fuentes con acceso a la investigación, liderada por el juez Nacional en lo Penal Económico Nº2, Pablo Yadarola, el comisario de la División, Sebastián Moreno, el fiscal en lo Penal y Económico Nº2, Emilio Gerberoff y ante la Secretaría de Mariano Pisano, revelaron a Infobae que tres personas fueron notificadas ayer de la causa, aunque por el momento no fueron detenidas. En total, se realizaron tres allanamientos en los barrios porteños de Belgrano, Palermo y Chacarita, donde lograron incautar una importante cantidad de dinero en dólares, pesos y en varias monedas de otros países, además de elementos de importancia para la causa.

En total, durante los procedimientos, los agentes de la Policía porteña secuestraron poco más de 175.000 dólares, 65 libras esterlinas, 100 francos suizos, 200 reales, 670 euros y 150.300 pesos argentinos. Además, incautaron cuatro máquinas contadoras de billetes, tres teléfonos celulares, seis notebooks, una computadora de escritorio, cuatro discos rígidos y documentación.

De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, la recopilación de las pruebas se realizó entre los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2022. Fue así que descubrieron cómo operaba la organización y demostraron que existía un vínculo societario entre las tres personas que son investigadas. En ese sentido, explicaron que a través de una empresa importadora principalmente de hardware y software de computación, legalmente constituida y con sede en el barrio de Belgrano y una oficina ubicada en Puerto Madero, realizaban falsas compras millonarias de productos en Estados Unidos que jamás iban a recibir.

De esta manera, con la autorización previa del Banco Central, se hacían con los dólares oficiales y luego los giraban a una cuenta bancaria de la empresa “trucha” en el extranjero para concretar la falsa compra. Con el dinero en su poder, nuevamente ingresaban las divisas a una cuenta de Argentina, lo retiraban y lo cambiaban en una “cueva” financiera con la cotización a valor blue.

“Con las ganancias, repitieron la operación muchas veces. Lo que se conoce como un ‘rulo’ financiero. Lo que estaban haciendo era fugar dólares a valor oficial afuera y después lo volvían a ingresar al país. Compraban productos X que no existían. Era todo mentira. Una compra ficticia para fugar dólares. Y esa operatoria la repetían con los pesos que obtenían de ganancia”, explicó el investigador.

Al respecto, indicó que la empresa en Estados Unidos a la que supuestamente le compraban los productos, estaría a nombre de uno de los investigados o de algún testaferro. “Es algo que debe determinarse aún en la investigación”, agregó.

El negocio era lucrativo. Las fuentes señalaron que, a través de estas operaciones falsas de comercio exterior y de las ganancias que les reportaban, las personas que conforman la sociedad comenzaron a comprar inmuebles en la Argentina y presuntamente también en Estados Unidos.

Esos inmuebles no figuran a nombre de los investigados sino que mediante escribanos realizaron escrituras de esas propiedades, cuyos supuestos dueños son testaferros que podrían ser familiares o amigos. Todo se hacía con el dinero que fugaban al exterior. Los notarios públicos “oficiaban de fedatarios ante las transacciones de cesiones de derechos, compra de inmuebles y fideicomisos”, agregó.

Se determinó, asimismo, que la sociedad operaba desde hace años, aunque todavía resta precisar con exactitud desde cuándo. En ese sentido, si bien la investigación comenzó en 2022, creen que venían operando desde hace tiempo. De acuerdo con lo que supo este medio, durante uno de los allanamientos ocurrió una situación llamativa, que daría cuenta que la banda no ingresó en este negocio recientemente.

Cuando los efectivos ingresaron, uno de los sospechosos estaba acompañado de su esposa. Al ver la situación, la mujer le recriminó a los gritos delante de los agentes que no era la primera vez que lo allanaban por algo similar. En ese sentido, explicaron que si efectivamente el integrante de sociedad ya había sido allanado por las maniobras que hoy lo tienen en la mira de la Justicia, no fue en un operativo a cargo de la Policía de la Ciudad sino de otra fuerza de seguridad.

“Eso es algo que se va a determinar en la investigación. Se puede venir un divorcio con todo esto”, ironizó el investigador. La investigación sigue y por ahora el expediente fue calificado con los delitos de lavado de activos, contrabando y evasión tributaria.

Los sospechosos por el momento no fueron detenidos sino que sólo se les notificó que hacen parte de la causa. El motivo es que para el juez por ahora no existe riesgo procesal y por eso no tomó ninguna medida más en su contra. Por lo pronto, el magistrado decretó secreto de sumario y según trascendió, se está analizando la posibilidad de que haya más gente involucrada.

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