El Cessna transportaba, por lo menos, 70 kilogramos de marihuana y también cayó a tierra.
En un incidente de gravedad no observada antes, una avioneta de narcotraficantes embistió y derribó un helicóptero de la Gendarmería en Santiago del Estero. Resultaron ilesos los cinco efectivos que iban a bordo del Eurcopter AS350, unidad que buscó dar un golpe de mano en una pista clandestina situada 200 kilómetros al norte de la capital santiagueña. El Cessna agresor cayó a pocos kilómetros del lugar del impacto en el aire y, en posteriores rastrillajes, los gendarmes encontraron en la cercanía un cargamento de unos 70 kilogramos de marihuana.
La operación antidrogas había comenzado el viernes pasado, cuando unidades especiales de Gendarmería detectaron posibles zonas de aterrizaje de avionetas ilegales en el norte de Santiago del Estero. En los alrededores se ubicaron pequeños grupos de gendarmes para controlar el movimiento del lugar, respaldados por una unidad helitransportada ubicada en la región. La patrulla de gendarmes a pie pasó horas oculta en el terreno hasta que apareció un Cessna que inició el descenso. Hasta ese momento, nada resultaba diferente a las operaciones que en los últimos meses llevaron a la captura de unas 15 aeronaves.
Tras el aviso, el helicóptero de Gendarmería llegó en minutos a la zona conocida como Campo Gallo. La avioneta ilegal se mantenía en la pista (apenas un campo alisado), en la cabecera opuesta a la que servía de ingreso al helicóptero. En ese momento, el piloto del Cessna giró su máquina y aceleró. Buscó directamente a la unidad aérea de la Gendarmería. La intención fue embestirla, aunque eso pudiera costar la vida de todos los involucrados.
La colisión se produjo a muy baja altura, unos diez metros. Afectó el rotor de cola del helicóptero que cayó prácticamente sin control. Sólo la poca distancia al suelo en la caída evitó mayores heridas para los efectivos. En ese momento, se perdió comunicación con la unidad y despegaron del aeropuerto de Santiago del Estero dos aviones de combate Pucará de la Fuerza Aérea. Esos pilotos divisaron minutos después al helicóptero siniestrado y, a pocos kilómetros de ese lugar, observaron también en tierra a la avioneta.
Patrullas de gendarmes y policías de Santiago del Estero rodearon la zona algunas horas después -dado las dificultades del terreno de monte- y empezaron la búsqueda del piloto del avión del narcotráfico.