En el parte que difundió la Policía, se enumeran a cinco víctimas. Los vecinos dicen que fueron más de diez.
Marta Orellana, de 46 años, fue la primera. Ayer a las 9.45 de la mañana llevó a su hijo de 12 a la maestra particular porque tiene que rendir materias en febrero. Lo dejó en la casa de la docente y cuando regresaba vio a «Shasson», el animal, de frente, corriendo directo hacia ella.
«Vi el perro que se acercó demasiado rápido, en un segundo me saltó, me arrancó la cartera, me asusté, pegué el tirón y ahí me clavó los dientes. Cuando lo miré, vi cómo sacaba un pedazo de mi brazo de su boca, yo tenía todo el tendón afuera. Me asusté y empecé a los gritos», contó Martínez a LA NACION.
Ataques en cadena
Ese fue el inicio de la película de terror, que de milagro no terminó en tragedia. A Marta la quiso ayudar un vecino, un hombre que mientras intentaba separarla del animal sufrió una mordedura en la zona de las costillas y perdió los anteojos; a su vez, a él lo quiso ayudar su mujer, y mientras intentaba pedir auxilio entró a Marta a su casa para asistirla, pero también fue atacada y el perro la mordió de atrás.
Nadie podía calmar al animal y cada persona que pasaba era atacada. Marta y las dos personas que la ayudaron se quedaron encerradas y llamaron a la policía y a una ambulancia, pero el tiempo pasó lento para ellos y rápido para el perro. De fondo escuchaban gritos de otras personas que también estaban siendo atacadas.
Disparos
Cuando los efectivos de la Policía Bonaerense llegaron tampoco pudieron con la situación. Había gente herida en el piso, otros gritando desde sus ventanas, les pedían que disparen, que mataran al animal, pero los efectivos explicaban que eso no se podía hacer. Intentaron agarrarlo, contenerlo, pero Shasson los atacó también a ellos, luego escapó, y al doblar la esquina mordió a otra mujer, también de atrás. Sin más remedio, la policía le disparó y, según consta en el parte policial, abatió al animal de dos disparos «debido al estado incontrolable del can y priorizando la integridad de los ciudadanos». Los vecinos dicen que escucharon al menos cuatro tiros más.
«La situación fue desesperante. No podía salir de la casa de la gente que me estaba ayudando, quería llamar a mi marido, pero estaba bloqueada. La toalla que me había puesto en el brazo estaba empapada en sangre y la ambulancia no venía, un chico que pasó por la ventana me dijo que el perro estaba ensañado conmigo. Tengo miedo de salir a la calle. Podría haber matado a cualquiera, a esa hora la calle está llena de chicos, pero justo ayer no había», dijo, llorando, Orellana a LA NACION.
A ella tuvieron que reconstruirle el brazo. Cuando le preguntó a la cirujana cuántos puntos le habían puesto, le respondió que había perdido la cuenta, que llevaba más de tres rollos de hilo gastados.
Además, Agustín Felipe Martínez, de 57 años, tuvo que ser asistido por lesiones en ambas piernas y en la mano derecha; Daniel Edgardo Bernardo, de la misma edad, por heridas en la pierna derecha y en el brazo izquierdo; Leonor Graciela Suárez, fue lastimada en la pierna izquierda mientras que Mabel Liliana Paskut, en la derecha. Todos fueron derivados al Centro Asistencial de Morón, algunos recibieron el alta y otros permanecen internados.
El cuerpo del perro fue trasladado por personal de Zoonosis.
Por: Milagros Moreni Nimer