Durante la audiencia que se realizará hoy por el juicio contra el Clan Ale, está previsto que se exhiban armas que fueron secuestradas durante la investigación.
Se trata de 72 armas de fuego que en 2013 fueron valuadas en alrededor de U$S 84.000 (aproximadamente, $ 1,5 millón).
De acuerdo con los datos que figuran en el expediente, la mayor parte serían de Angel “El Mono” Ale. Pero también algunas pertenecerían a su hermano Rubén “La Chancha” Ale y a María Jesús Rivero.
Los hermanos Ale y Rivero están acusados de encabezar una organización dedicada a lavado de activos, a la extorsión y al cobro de acreencias propias y de terceros. También son sospechosos de estar vinculados a una red de trata con fines de explotación sexual.
Los otros imputados en la causa son Roberto Dilascio (ex presidente de la gerenciadora de San Martín), Fabián González (fue tesorero de San Martín y sería la mano derecha de "La Chancha"), María Florencia Cuño (actual pareja de Rubén y titular de la remisería Cinco Estrellas), Víctor Suárez (tendría a su nombre autos y propiedades de "La Chancha"), Julia Picone (esposa de González y titular de una empresa de transporte que sería de Ale), Hernán Lazarte (policía), Valeria Bestán (ex de Rubén y fue administradora de “La Boutique” del “Santo”), José Lucero, Carlos Campos, César Manca, Enrique Chanampa, Sergio Parrado y Ernesto Cátulo.
La objetivo del proceso es probar que la supuesta banda lavó dinero que provendría de delitos precedentes. Las actividades mediante las que se habría conseguido la plata -como la producción y venta de drogas o el cobro extorsivo de acreencias- son abordadas, pero no juzgadas.