Se reactivó la investigación por el crimen de Lola Chomnalez: sus padres creen que la asesinaron al menos dos personas.
Adriana Belmonte y Diego Chomnalez, los padres de la nena de 14 años asesinada en 2014, viajaron una vez más a Uruguay, el país donde Lola se encontraba de vacaciones cuando la mataron, para reunirse con el nuevo fiscal del caso, tras la inminente jubilación de Patricia Sosa, quien llevaba adelante la investigación hasta el momento.
Jorge Vaz, quien quedará a cargo, recibió este martes en la fiscalía de la ciudad de Rocha al matrimonio y su abogado, Juan Raúl Williman. Ellos le hicieron entrega de un informe técnico elaborado por peritos forenses argentinos que consta de un resumen del caso, 5 mil folios y las declaraciones de 100 personas, 40 de ellas como indagadas, y cinco conclusiones.
«Se trata de sugerencias y aportes que podrían derivar en una línea de investigación», explicó Vaz en una conferencia de prensa. «Se va a tomar en cuenta ese trabajo. Este no se realiza en el marco de un acuerdo entre dos Estados. Lo tomaremos como una gran colaboración. Sugiere profundizar alguna línea de investigación ya realizada en el pasado».
De esa manera se podrán analizar «de cero» los pormenores del caso, que sigue impune cuatro años y medio después. Sin embargo, la causa –que ya tuvo cinco fiscales y jueces distintos, cuatro oficiales de Policía y decenas de detenidos– comienza a reactivarse: el fiscal Vaz ordenó que los pobladores de Valizas y Aguas Dulces sean reinterrogados.
Esto se relaciona con una nueva sospecha de los padres de Lola. Adriana y Diego creen que a su hija la mataron al menos dos personas que están actualmente viviendo en esos balnearios, según indicó Belmonte al diario El País de Uruguay. También sugirieron que allí hay personas que saben quiénes fueron sus atacantes y asesinos. Creen que su hija fue abordada en «forma amistosa» por desconocidos en la playa y que luego estos la asesinaron.
En esa línea, el fiscal les explicó a los padres de Lola que no le otorga relevancia a la muestra de ADN encontrada en la toalla que estaba en la mochila de su hija: «Puede haber personas que han participado en el crimen y su sangre no corresponda a la muestra». Belmonte y Chomnalez manifestaron después de la reunión que «hay avances» en la investigación: «Tenemos fe en que vamos a verlos en la cárcel».
Lola había sido vista por última vez el mediodía del 26 de diciembre de 2014 cuando decidió, después de un almuerzo con su madrina, el marido y su hijo adolescente en sus vacaciones en Valizas, salir a caminar por la playa. Nunca volvió de ese paseo y su cuerpo apareció dos días más tarde semienterrado bajo una acacia en los médanos: había muerto asfixiada por la arena y tenía marcas de un cuchillo sin filo en su cuerpo.