Pidieron la quiebra de Cositorto: el insólito nuevo mensaje desde la clandestinidad del CEO de Generación Zoe

A menos de un día de que Interpol declarara su captura internacional, el polémico coach ontológico desafía a la Justicia con un anuncio a sus seguidores. Uno de sus viejos acreedores inicia su venganza para cobrar una deuda de más de 20 años

La estructura se le derrumba pero Leonardo Cositorto no se rinde ni cede un centímetro.

Ayer por la noche, a poco más de dos horas de que Interpol lanzara un pedido internacional de captura en su contra por estafa y asociación ilícita, el CEO de Generación Zoe, la organización acusada de regentear un esquema Ponzi masivo, transmitió desde la clandestinidad por Zoom y Youtube. ¿Hizo un mea culpa? ¿Anunció que se entregaría? Todo lo contrario.

En una habitación a oscuras y sin detalles, presuntamente desde una isla del Caribe, Cositorto lanzó un mensaje mesiánico, un poco perturbador, donde pidió “100 dólares” para sesiones de “coaching íntimo”, criticó a sus críticos y trató de tibios a quienes se bajan de su barco en tiempos de tribulaciones.

“Todo el año vinimos enseñando que el futuro es impredecible, cuando suceden estas cosas colapsan con pies de barro, de manteca, y salen a buscar atajos. Los invito a volver al camino, los que no tienen las puertas abiertas”, le manifestó a aquellos sin fe, en referencia a los acreedores que se agolparon en las oficinas de Zoe en busca de recuperar su dinero. Luego, retomó su discurso religioso, habló de “personas que no tienen una perspectiva espiritual, algo que bíblicamente se llama privación espiritual, que se reducen a lo animal”, que lo asedian y critican, y sobre periodistas “embriagados de ceguera espiritual”.

Este martes por la mañana, Cositorto viralizó un nuevo mensaje con su estrategia de salida: Zoe 2.0, que llegaría, según el líder, el 7 de marzo.

“Equipo, muy buenos días para todos. Este mensaje es especial para toda la comunidad de Zoe. Estamos bajo una persecución lamentable, mediática, pagada, sistémica”, comenzó.

“Por eso, he tomado la decisión, en base a negociaciones que voy a tener en las últimas horas. Por suerte tenemos apoyo de diferentes lugares del exterior, organismos financieros, amigos, conocidos. Con lo cual vamos a generar una financiación y una puesta en marcha de Zoe 2.0 a partir del 7 de marzo”, siguió, sin especificar quién lo apoya.

Luego, dio sus directivas: “Les pido, no abran las oficinas hasta ese día. Tenemos dos semanas para hacer las presentaciones legales”, para “poner una mordaza” a quienes lo critican.

¿La cadena de pagos? Al parecer, bien gracias: “Vamos a atender de manera remota. Solo voy a ejecutar algún que otro pago puntual, alguna excepción puntual con un acuerdo que ya habíamos hecho”. Habló, también, de “sumar a la mayor cantidad de personas posibles” con “100 mil becas educativas”.

Luego, insistió con el plan de “100 dólares mensuales con apalancamiento del 20 por ciento para gente nueva”. “Voy a estar tomando medidas, ustedes saben que me han dictado la captura internacional. Pase lo que pase, que quede el nuevo modelo instalado para resguardar el futuro de la comunidad”, afirmó finalmente.

Es decir, todo sigue igual, o peor. Según este mensaje en audio, Cositorto radicaliza a su base y la incita a continuar su facturación con un interés sideral.

Más malas noticias

Mientras tanto, de vuelta en Buenos Aires, un viejo acreedor pidió su quiebra por una deuda de más de 20 años que jamás canceló.

El jefe de Generación Zoe arrastraba expedientes por cobro ejecutivo y pedidos de quiebra desde 1998. Uno de los principales empresarios autopartistas del país -que también había fundado una firma inversora ese mismo año- se cruzó con él. Lo demandó por cobro ejecutivo en el Juzgado Comercial N°20. Luego, le pidió la quiebra en el Juzgado N°21 del mismo fuero.

Registros accesibles de forma pública hablan de otra demanda por cobro ejecutivo de ese mismo año iniciada por el Banco de Galicia. En 2010, otro empresario porteño dedicado a la publicidad de colectivos le pidió la quiebra, otro expediente radicado en el Juzgado N°20.

Tuvo, al menos, otros tres pedidos de cobro ejecutivo iniciados por particulares, otros pedidos de quiebra. De todos ellos, al menos, según lo que pudo saber Infobae de registros públicos, uno llegó a una quiebra efectivamente decretada. Fue iniciado en 1999 por la firma que controla a las perfumerías Kartun en el Juzgado N°21, por una deuda de 70 mil pesos de aquel entonces en cheques sin fondo por la compra de productos. Esa quiebra se pronunció el 11 de mayo de 2004, con un fallo al que accedió este medio. Se declaró la inhibición general de bienes de Cositorto, se le impuso que entregue sus bienes al síndico designado y que pida permiso para salir del país. Así lo hizo: notificó sus planes de viajar al menos cuatro veces en los meses que siguieron al fallo, con destinos como Chile y Uruguay.

El proceso fue finalmente clausurado el 30 de junio de 2006, tras extensas averiguaciones al Registro Automotor entre otros organismos. El motivo: falta de activos. Dicho en sencillo, no encontraron nada qué sacarle. Así, fue archivado y pasó al olvido.

Sorprendentemente, fue Cositorto mismo quien lo reflotó en octubre pasado con un abogado, pidiendo su desarchivo, sin justificar sus causas.

Este martes por la mañana, los registros del Juzgado Comercial N°21 mostraron una novedad en el caso. El abogado que representa a Kartun pidió que, ante las noticias y la exposición de Cositorto, “se reabra la quiebra y se liquiden sus activos”.

Así, el Juzgado N°21 ordenó se traslade el pedido al síndico para determinar el curso de acción.

Por: Federico Fahsbender

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