La vida tumbera de Cinthia Sabrina Novillo, alias “Mica”, la viuda negra más prolífica de la historia delincuencial reciente que le robó a empresarios y al futbolista Walter Busse, es ciertamente solitaria.
El pabellón 26 del módulo 3 de la cárcel de mujeres de Ezeiza se convirtió en su casa en julio de este año cuando fue atrapada en una fiesta clandestina en San Francisco Solano luego de haber estado prófuga varios meses. Desde su entorno aseguran que está deprimida y que lucha con problemas de salud respiratorios. “Cualquiera que cae preso la pasa mal pero ella particularmente lo sintió porque fue en época de pandemia y aún hoy no pudo recibir visitas. Sólo se comunica con sus hermanas y su familia a través del teléfono del pabellón”, cuenta alguien que suele frecuentar a Novillo.
Otros problemas se acumulan: de manera virtual firmó su tercer juicio abreviado consecutivo aceptando haberle robado relojes, anillos, cheques, más de 70 mil dólares y hasta lingotes de oro a cinco empresarios distintos en Capital Federal y Nordelta. Fue condenada a otros tres años junto a otras dos cómplices, un acuerdo avalado por el Tribunal Oral en lo Criminal N°20.
El juicio abreviado implica que el acusado acepte su culpabilidad y de esta manera evita el costo que tiene para el Estado un debate oral tradicional. Esta opción, delimitada para ciertos delitos, fue la que tomó Novillo y dos de sus cómplices, Pamela Sosa y Karen Nievas.
Reconoció oficialmente que su modus operandi consistía en seducir a sus víctimas por WhatsApp o en boliches top porteños de la zona de Palermo para lograr ingresar a sus lujosos departamentos, generalmente acompañada de una amiga-cómplice. Una vez adentro drogaba con distintos tipos de sedantes a la víctima y las desvalijaba. Pero no se llevaba todo lo que podía: elegía cuidadosamente los artículos de mayor valor.
A un empresario gastronómico le robó 70 mil dólares, relojes de marcas como Rolex y Hublot, su iPhone 11 y un Toyota Corolla que usó para escapar y luego abandonó, un hecho ocurrido en mayo en la zona de Palermo, el golpe que la llevó a la notoriedad. En otro de los ataques por la que fue condenada, engañó a un empleado jerárquico de una multinacional para que lo lleve a su casa de Nordelta donde lo durmió con narcóticos y le sacó un BMW, tres relojes de lujo y decenas de miles de dólares.
Quizás su robo más importante sucedió el sábado 14 de marzo del 2019. Junto a su cómplice Pamela Sosa, alias «Maru, engañaron a un empresario oriundo de la India que conocieron en el boliche INK. Lo llevaron al departamento que tenía en Puerto Madero y consiguieron un botín de 80 mil dólares, 400 libras esterlinas, tres relojes de alta gama, dos cadenas de oro rosa y platino, un anillo de diamantes y tres lingotes de oro de una onza, 10 y 50 gramos.
Novillo tiene una historia de admitir sus delitos. Firmó su primer juicio abreviado en febrero de 2019 por seis robos, siempre modalidad viuda negra, entre los que se encontraba el que le habían hecho al futbolista Walter Busse. Aceptó su culpa y el TOC N° 3 la condenó a 3 años en suspenso. Como no tenía antecedentes no quedó detenida pero aprovechó esa situación para seguir robando.
A principios de marzo de este año, nuevamente tuvo que rendirle cuentas a la justicia por más hechos cometidos entre Capital y el conurbano. Nuevamente la Justicia le dio la posibilidad de un juicio abreviado y el TOC N° 7 le impuso la pena de dos años y seis meses que unificaron en cuatro por la condena anterior que estaba en suspenso. Pero como sus abogados apelaron esa unificación (querían menos años en total), “Mica” siguió en libertad.
Tan sólo unos meses después de ese segundo beneficio, comenzaron las denuncias de los nuevos robos que llevarían a su última condena. Algunos fueron cometidos luego del segundo abreviado y otras víctimas se sumaron relatando casos más viejos pero que tenían a Novillo como la protagonista, que pasó meses en la mira de detectives de fuerzas de seguridad federales.
“Entre 2017 y 2020 es cuando realiza estos cinco asaltos grandes. Cuando la identifican la empiezan a buscar y ella se prófuga hasta que la agarran en la fiesta de Solano. A pesar de que se le ponía cada vez peor la situación en tribunales ella seguía. Ahora va a estar varios años en el penal aunque todavía no se sabe cuántos en total porque se está discutiendo”, cuenta una fuente judicial del caso.
Hace algunos días, Cinthia salió de Ezeiza por orden judicial para ser tratada en un hospital por un importante problema bronquial. Requiere usar un inhalador y por momentos llama a las guardia cárceles para decirles que esta sofocada. Su integración con el resto de las reclusas tampoco es amena, todo lo contrario. Por lo general se la ve sola y recluida aunque ya empezó los trámites para ir al colegio dentro de la cárcel y terminar el secundario. También está interesada en anotarse en algunos de los talleres que dictan en prisión, aunque aún no decidió en cual.
Su novio, que participó de los asaltos, no tuvo mejor suerte en tribunales. Luego de que ella fue capturada también quedó detenido en un penal de la provincia de Buenos Aires por robo agravado que se sumó a otros antecedentes que ya figuraban en su prontuario.
Con la habilitación nuevamente para que los internos reciban visitas luego de la cuarentena, “Mica” sueña con ver a su familia. Sus padres le estuvieron llevando ropa y comida. Seguramente irá a visitarla su hermana Macarena que sigue investigada como posible cómplice en uno de los cinco hechos aunque tiene dictada la falta de mérito.
Lo que quedó trunco, por el momento, es su emprendimiento de venta de ropa online, que había montado para ganar algunos pesos extras en paralelo a su vida delictual, aquel que había nombrado “The viuda negra”.