Jaider Mejía, alias “Yayo”, es el principal prófugo en la causa tras la caída de su segundo al mando, “El Manteco”. La Justicia investiga sus vínculos familiares.
Por: Federico Fahsbender
Ayer, una serie de allanamientos en la zona de Merlo a cargo del Juzgado Federal N°3 de Morón y la fiscalía federal de Hurlingham a cargo de Santiago Marquevich y el auxiliar fiscal Eduardo Suárez reveló uno de los lotes narco más importantes de los últimos tiempos en el conurbano bonaerense: 485 kilos de cocaína de máxima pureza, un tercio de esa cantidad enterrado, el resto en el doble fondo de una camioneta Ford Rancher, encontrada en una propiedad en la esquina de España y San Martín, zona de General Rodríguez.
Allí, detectives de la Sub DDI de José C. Paz encontraron 325 kilos de polvo e hicieron seis arrestos. La Justicia había comenzado su investigación a mediados de julio, luego de que un buchón anónimo delatara a la banda a la Bonaerense. No esperaban allanar tan pronto. Sin embargo, nuevos movimientos que revelaron jugadores desconocidos aceleraron los arietes, aseguran fuentes del caso a Infobae.
Entre los detenidos se encuentra Manuel Arturo Mendoza Herrera, alias “Manteco”, oriundo de Perú, de 39 años. que había estado preso en penales federales entre 2015 y 2016, señalado como el número 2 de la maniobra. “Manteco”, según documentos de la causa a los que accedió este medio, estaría “encargado del fraccionamiento de los narcóticos junto con otras personas, para luego trasladarlos a los diferentes puntos de acopio”.
El destino final de la droga todavía se desconoce, no se sabe si estaba destinada a la exportación a Europa, en puntos calientes como el puerto de Zárate, o al mercado local. La principal sospecha apunta a lo segundo, a un rol de mayoristas narco. De cara al fuerte desgaste que sufrieron las bandas encabezadas por capos peruanos en villas como la 1-11-14 y la 31 bis, la aparición de “Manteco” en la escena dealer con un lote de estas características es al menos llamativa. En todo caso, el potencial de estiramiento del lote incautado es sumamente alto. Uno de los imputados, por ejemplo, registró un domicilio en el Barrio Illia, en la periferia de la 1-11-14 del Bajo Flores.