Los Funes vs. los Camino: la guerra narco en Rosario

Desde 2016 , Los Funes y los Camino se matan entre ellos para ver quién se queda con el control del territorio del sur del Gran Rosario para vender drogas.

Tras la caída en desgracia de la reconocida banda “Los Monos”, los Funes y los Camino empezaron a escribir su propia historia de crímenes y venganzas. La guerra tiene una sola meta: borrar del mapa a la familia rival.

El mayor de los Camino, “el Pimpi”, fue el jefe de la barra brava de Newell’s. Terminó asesinado a balazos en 2010 en la puerta de un bar. El fin de este personaje fue el momento clave para que los Funes, que estaban buscando ganar terreno, avanzaran.

Durante cinco años (hasta mediados de 2015), el poder quedó en manos de los hijos del “Pimpi”. La banda se dedicaba a usurpar casas en los barrios del sur de Rosario para convertirlas en búnkers para la venta de drogas. A principios de 2016, Mariela Miranda, la madre de los Funes denunció a los Camino ante la justicia.

El plan que los Funes habían diagramado en el momento del crimen de Pimpi, se iba a cobrar la primera víctima del lado de ellos. Dos días después de haber denunciado a los Camino, la mamá de los Funes fue asesinada a sangre fría por dos delincuentes en la puerta de su casa. La guerra había empezado.

Dos meses después, Alan Funes, el hijo menor de Mariela, se metió en los pasillos de la Villa y acribilló a uno de los soldaditos de los Camino. “Esto es por mama”, cuentan que gritó antes de fusilarlo.

Quedó preso y, un año después, reconoció en rueda de testigos a uno de los hermanos Camino y a otro delincuente por el crimen de su madre. Alexis Camino quedó detenido y Alan salió por ser menor y quedó bajo la tutela de su abuela.

Hasta acá la guerra estaba pareja: un muerto de cada lado. Pero con la cúpula de los Camino en la cárcel, los Funes fueron por todo. Desde allí hasta hoy, la guerra ya suma otros 26 muertos, una interminable cadena de venganzas.

Empezó una cacería que duró varias semanas que terminó con el menor de los Funes otra vez preso. Con él, cayó su novia, buscada por matar a la hermana de un ladero de los Camino apenas unas horas antes.

La venganza no se hizo esperar. Con Alan tras las rejas, el contragolpe fue feroz: asesinaron a dos de los hermanos Funes.

Hoy los Camino están venciendo. Lograron diezmar a sus eternos rivales. En el último ataque, asesinaron a Jonathan Funes. Lo acribillaron frente a su novia cuando salía de visitar a su hermano en la cárcel. Esta vez hubo un mensaje. “Te dejamos viva para que cuentes como pasó”, le advirtieron a la chica.

Sin embargo, cambiaron de idea. Al otro día, cuando iba al velorio de su novio, le balearon el auto “para que no hable más”. Salió mal: la chica hoy es una amenaza.

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