El conflicto, que terminó con dos detenidos, se desató por un problema con el vehículo que la compradora había entregado como parte de pago
Una transacción fallida de un auto de alta gama derivó en un violento episodio en el barrio Pueblo Nuestro del departamento mendocino de San Martín: el vendedor y su hijo se apropiaron del vehículo por la fuerza y arrastraron a la compradora sobre el capó durante casi tres kilómetros. Como consecuencia, ella sufrió algunas heridas y los hombres fueron detenidos.
Todo comenzó la semana pasada cuando “Betty” acordó la compra de un Mercedes Benz con otro vecino del barrio llamado Héctor Altamiranda. Según contó ella, como forma de pago dio otro auto, un Renault Sandero, más dos motos 0KM y dinero en efectivo. La entrega del vehículo se concretó en buenos términos y la vecina se llevó el coche a su casa. El conflicto se apareció cinco días después.
La madrugada del martes pasado, alrededor de las 2, Altamiranda y su hijo, Felipe, se presentaron en la vivienda de Betty. “Llegó golpeando la ventana. Salgo y le pregunto qué necesitaba y me dice que el auto (el Renault Sandero) estaba roto,”, dijo la mujer en declaraciones a la radio Estación Zafiro 89.5. Al parecer, el vehículo tenía un problema con la correa de distribución. La vecina le respondió que podían deshacer el trato, pero al día siguiente, en un horario convencional: “Le dije: ‘Me parece que no son horas para hacer esto. Si tenemos que hacer el negocio lo hacemos mañana’”.
De acuerdo al relato de la víctima, Altamiranda, ante esa situación, le exigió la llave del Mercedes Benz. Ella se negó y el hombre sacó de su bolsillo una copia de esa llave, se dirigió al vehículo -que estaba estacionado de culata en la puerta de la casa- y se subió. “Entonces me puse adelante y le dije: ‘No te vas a llevar el auto de acá’. Pero él arrancó y me pegó en la panza. Caí sobre el capot. Ahí, levanté la pierna y como pude me sostuve”.
Las discusiones alertaron a los vecinos, que filmaron ese momento en el que el conductor realizaba maniobras con intenciones de que la víctima cayera a la calzada. “Me dio toda la vuelta por el barrio y nunca frenó. Me decía ‘tirate, bajate’, mientras hacía zigzag para que me cayera. Fue algo terrible, no puedo explicar la situación que viví”, lamentó la mujer, que permaneció aferrada al auto hasta que su hijo alcanzó al Mercedes Benz, lo cruzó su vehículo y le hizo detener la marcha. En el medio del descontrol, el joven sufrió una fractura en uno de sus brazos.
Betty tiene 48 años. Contó que sufre de problemas de presión. “Tuve mucho miedo de caer. Altamiranda (quien trabaja como encargado de seguridad en el condominio que viven todos) es seguridad de otros barrios. Ha sido patovica y no hay referencia buena sobre él”, aseguró.
El fiscal Gustavo Jadur, a cargo de la Fiscalía N°2 de Instrucción de La Colonía-San Martín, dispuso la aprehensión de los Altamiranda y los imputó por los delitos de robo agravado.