El hombre pensó que los ladrones tenían un arma de juguete y los enfrentó. “Tiene un revólver de cebita”, le gritó su pareja. Pero le pegaron un tiro en el pecho. Hay un detenido.
El hombre vivía con su pareja en la localidad de San Pedro y viajó 170 kilómetros hasta Temperley, para buscar algunas cosas en la casa de su papá. Pero apenas llegó a la propiedad, dos ladrones intentaron robarle su vehículo. La víctima se resistió, trató de luchar con los asaltantes y terminó ejecutado de un disparo en el pecho. Los agresores escaparon sin robar nada. Hay un sospechoso detenido.
Alejandro Salazar tenía 40 años. El episodio ocurrió el sábado, minutos después de las cuatro de la tarde, en la calle Don Bosco al 500, del barrio La Perla, a unas 20 cuadras del estadio de Temperley, partido de Lomas de Zamora. Para los investigadores del caso fue un robo al “voleo”, no había nada planificado.
Según contaron vecinos del barrio a la Policía, Salazar enfrentó a los ladrones porque pensó que el arma que tenían el asaltante era de juguete.
Ricardo Dematos, dueño de una remisería en la zona, contó ayer a Clarín que Salazar vivía en San Pedro (en el norte de la provincia de Buenos Aires) y se encontraba junto a su novia, con quien había ido a buscar algunas cosas a lo de su padre en su coche marca Peugeot.
Fuentes policiales dijeron a Télam que en momentos en que Salazar cargaba el baúl de su auto, aparecieron dos asaltantes en un Renault Logan color gris.
“Paró un coche sobre la calle Quilmes, a unos treinta metros de donde había un patrullero. Uno (de los delincuentes) se bajó y fue hasta Don Bosco, donde estaba este hombre con su novia, lo encañonó y le pidió las llaves del auto”, recordó Dematos.
Entonces, Salazar se trenzó en un forcejeo con el ladrón armado. En medio de la lucha, la pareja de la víctima gritó: “Tiene un revólver de cebita”. Pero la mujer se equivocó, porque el asaltante disparó tres veces. Una de las balas impactó en el pecho de Salazar, quien quedó tirado en el asfalto, mientras que el asaltante escapó en el mismo auto en el que había llegado y sin concretar el robo.
“Un vecino que estaba en la cuadra llevó a Salazar en su mismo auto hasta el hospital Gandulfo (de Lomas de Zamora), pero murió al llegar”, relató Dematos.
Los vecinos avisaron al 911. Minutos después varios patrulleros llegaron al lugar. Los investigadores policiales se entrevistaron con los testigos del homicidio y también realizaron un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona y así pudieron identificar la patente del Renault Logan en el que escaparon los asaltantes.
“Este auto tenía algunas particularidades, como una abolladura en la carrocería. Y tras el crimen de Salazar estuvo implicado en un choque con otro vehículo en la misma zona del intento de robo”, resaltó un jefe policial.
Al seguir la pista del Logan gris, los investigadores montaron ayer a la mañana una vigilancia encubierta en la localidad de Monte Chingolo, partido de Lanús, donde interceptaron el auto y detuvieron a su conductor, que cuenta con antecedentes penales, precisó el vocero consultado.
El Logan no tenía pedido de secuestro. El conductor, de 34 años, contaba con una cédula azul para poder movilizarse.
“La nueva modalidad de los delincuentes parece ser que ya no usan autos robados ni que llamen la atención para cometer asaltos”, señaló una fuente a cargo del caso.
Y si bien las características fisonómicas del apresado coincidirían con las de los que cometieron el crimen, los investigadores aún no determinaron si fue el que conducía el Logan al momento del asalto o quien disparó contra Salazar.
De todos modos, en base a los elementos de prueba reunidos hasta ayer a la tarde, el sospechoso quedó detenido por “homicidio” a disposición del fiscal a cargo de la causa, César Lucero, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 13 del Departamento Judicial Lomas de Zamora.w