La mujer explicó que el monto estaba destinado al pago de deudas y créditos relacionados con su negocio de venta de alimentos y bebidas. Afirmó que solo ella y algunos de sus hijos, quienes trabajan con ella, conocían la ubicación del dinero.
Además, señaló como principal sospechoso a su expareja, quien no reside en la vivienda pero habría accedido sin autorización a su línea telefónica y conocía sus movimientos. También denunció que recibió amenazas de su parte tras la separación.
El robo no dejó rastros de violencia ni desorden en la vivienda, y los ladrones solo se llevaron el dinero. La causa está en investigación con intervención de la justicia.