«Las imágenes son estremecedoras», dice la fiscal actuante contra los pedófilos Kiczka

La funcionaria porteña Daniela Dupuy afirmó que entre el material hallado en los teléfonos y computadoras de los imputados aparecen «bebés siendo abusados» y «menores de 13 años participando en actividades sexuales con adultos».

La fiscal Daniela Dupuy, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas del MPF porteño, habló este lunes sobre la investigación por pedofilia que ella misma inició en enero pasado contra el diputado misionero Germán Kiczka y su hermano Sebastián, quienes fueron trasladados a la Unidad Penal VIII de Misiones el pasado domingo. Dupuy aseguró que las imágenes halladas en los dispositivos de los imputados son «aberrantes» y «extremadamente perturbadoras».

En enero, Dupuy recibió en su oficina una alerta de la organización estadounidense NCMEC, que monitorea el tráfico de material pedófilo en redes y colabora con la Justicia argentina, que incluía a objetivos en Misiones. La investigación a nivel provincial estuvo a cargo del juez Miguel Ángel Faria, quien ordenó de inmediato una serie de allanamientos donde se incautaron teléfonos y computadoras de los hermanos, lo que llevó al desafuero del diputado, su detención y la de su hermano.

«Las imágenes son aberrantes. Aunque llevamos más de 10 años trabajando en esta temática, nunca dejamos de conmovernos. Son realmente estremecedoras», declaró la fiscal en una entrevista con Radio Mitre, refiriéndose al material prohibido que motivó la causa contra los Kiczka.

«En este caso hablamos de niños y niñas muy pequeños: bebés siendo abusados, niñas y niños menores de 13 años involucrados en actividades sexuales con adultos. Esto se produce y se distribuye, y para producirlo es necesario abusar sexualmente de los niños», agregó.

En cuanto al modus operandi de los pedófilos para captar a sus víctimas—por el momento, los hermanos Kiczka no están acusados de abuso de menores, sino de tenencia y distribución de material descargado y compartido a través de la vieja red eMule—Dupuy advirtió que «esto puede pasarle a nuestros propios hijos».

«Hoy en día, la captación más frecuente ocurre a través de WhatsApp, juegos en línea, Instagram y otras redes sociales, donde quienes cometen estos delitos se acercan a los niños y adolescentes, iniciando una relación de amistad. Rompen el hielo diciendo que comparten gustos similares, como el deporte, y eventualmente consiguen que las víctimas les envíen fotos o videos de actividades sexuales», explicó.

Por último, la titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas estimó que los hermanos Kiczka podrían recibir una condena ejemplar por los presuntos delitos cometidos. «Si la Justicia de Misiones realiza un buen trabajo y profundiza en la investigación, estas personas podrían pasar muchos años en prisión», concluyó.

El pasado domingo, tras mostrarse sonriente y locuaz durante la visita de familiares en la comisaría de Apóstoles, el diputado Germán Kiczka, acusado de pedofilia, fue trasladado a la Unidad Penal VIII de Misiones por orden del juez Faria. Su hermano Sebastián, también preso por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil, fue llevado al mismo lugar.

«A las 19, por razones de seguridad, se ordenó el traslado de Sebastián y Germán Kiczka a la Unidad Penal VIII», informó Infobae.

Los hermanos fueron trasladados al penal ubicado en la localidad misionera de Cerro Azul. «Como ya fueron indagados, el magistrado consideró prudente que sean alojados en una cárcel», agregaron las fuentes del caso. Se espera que estén separados de la población general de reclusos.

El viernes pasado, el diputado provincial se negó a declarar ante el magistrado durante una audiencia en la que fue notificado de las pruebas en su contra.

Germán Kiczka fue detenido el miércoles por la noche en el pueblo de Loreto, Corrientes, tras haber permanecido varios días prófugo. Tenía un pedido de captura internacional de Interpol en su contra, ya que se especulaba que podría estar en España, Paraguay o Brasil; además, sobre él pesaba una recompensa de 5 millones de pesos, emitida por el Gobierno de Misiones.

Sebastián, su hermano, fue detenido un día después, acusado también por el mismo delito. Fue arrestado en la localidad misionera de San Juan de la Sierra, a 40 kilómetros de donde residía. Fue encontrado sucio y desorientado.