No fue el «Robo del Siglo». Pero los tres golpes que dio el año pasado la banda comandada por Lucas Zeballos contra Banco Galicia, Codere y McDonald’s, los ubican entre los robos más importantes de los últimos tiempos. Y también, entre los más desconocidos por el público general, ya que no trascendieron detalles a nivel masivo.
Es que acá no hubo un asalto a los camiones blindados de Codecop, sino que fueron los dueños de la misma empresa transportadora de caudales los que se apropiaron de los billetes que debían transportar.
Sin violencia, sin armas y sin espectacularidad.
Pero con sólidos vínculos políticos y gremiales, que le garantizó a los dueños de Codecop cierta impunidad para cometer los tres robos. Y que la empresa siga funcionando como si nunca hubiera ocurrido nada, con la habilitación expresa del Banco Central, más allá de haber echado a 300 empleados afiliados a Camioneros, gremio que ni siquiera difundió un comunicado de repudio a los despidos.
Los dueños de Codecop se quedaron con un botín de billetes en efectivo de 1.174 millones de pesos, 1.235.760 dólares, 124.470 reales y 79.118 euros, que pertenecían a Banco Galicia, Codere y McDonald’s. También se habrían apoderado de dinero de otros clientes, pero se desconocen esos montos, al no estar judicializados.
Ahora Clarín pudo acceder a una parte importante de la causa judicial, donde se describe cómo fue el mecanismo por el cual Codecop se quedó con el dinero de sus clientes. Y cómo se encontraron $377 millones en los allanamientos que dispuso la Justicia; aunque todavía restan encontrar $130 millones de Codere, $643 millones de McDonald’s y 1,2 millón de dólares que le robaron al Galicia.
La excusa del Covid
Codecop tenía que transportar dinero del Banco Galicia desde las sucursales en sacas o bolsines, con un límite de entrega de 24 a 48 horas de demora. Pero no lo entregó durante casi dos meses, en que inventó diferentes excusas, hasta que el Galicia denunció a los directivos ante la Justicia.
Todo empezó el viernes 21 de mayo pasado, cuando el Banco Galicia le pidió a Codecop que cinco días después entregara $290 millones al Banco Provincia en Mar del Plata, con billetes que ya le había dado durante ese mes a la empresa transportadora de caudales.
La noche anterior a la entrega de ese dinero, el gerente comercial de Codecop, John Cruz Ibarra, le envió un correo electrónico a los directivos del Galicia, donde les informaba que la sede Mar del Plata de la empresa suspendía todos los servicios del día miércoles 26.
“Estimado cliente, ante posibles contagios y según el último relevamiento del día de la fecha, hemos constatado personal de transporte y recuento con síntomas de Covid. En las próximas horas someteremos a la totalidad del personal de la planta de Mar del Plata a hisopados para detectar casos Positivos, y procederemos a realizar una desinfección generalizada del lugar”, dijo Cruz Ibarra a los directivos del Galicia, en un mail al que accedió Clarín.
“Pedimos disculpas, hemos implementado medidas para mitigar estas situaciones pero esto es un estado de contingencia que podría suceder en cualquier momento. Por ahora suspenderemos las actividades de la planta y pondremos en resguardo a la totalidad del personal hasta tanto tengamos los resultados de los exámenes”, concluyó su mail Cruz.
Pasaban los días y los responsables de la empresa transportadora de caudales no daban ningún tipo de respuesta a los pedidos del Galicia para el transporte de su dinero, que debía estar en los depósitos de Codecop. Uno de los directivos del Galicia consiguió el teléfono celular de Lucas Zeballos y empezó a llamarlo «sin éxito, por lo que decidí escribirle por whatsapp», dijo el directivo en la causa judicial.
Para ese entonces, Codecop tenía en su depósito de Mar del Plata billetes del Galicia por $332,2 millones US$ 155.760 y 42.000 euros.
Recién el 1 de julio, Lucas Zeballos respondió a los directivos del Galicia y les dijo que al día siguiente retomarían el trabajo, pero de forma «parcial», con $50 millones en la primera entrega.
Pero no cumplió. Entonces, dijo que iba a entregar $100 millones el 5 de julio.
«Pero volverían a incumplir sin respuesta alguna», se lamentó un directivo del Galicia en la causa judicial.
El 8 de julio el banco intimó a devolver el dinero en 24 horas. Y también se exigió la devolución del dinero depositado en la ciudad de Posadas, provincia de Misiones, que eran otros $38.952.942 y US$1.080.000.
Ante la falta de respuestas, al día siguiente el Banco Galicia presentó una denuncia penal por el dinero retenido en Mar del Plata. Y pocos días después se amplió la denuncia por los fondos retenidos en Misiones.
El juez Mariano Iturralde ordenó varios allanamientos en las sedes de Codecop. Logró recuperar $377 millones, 124.000 reales, 2.900 euros y 1.800 dólares. La mayor parte era del Galicia, pero también había dinero que le habían sustraído a Codere y a McDonald’s.
El 7 de septiembre el juez procesó a Lucas Zeballos como integrante del directorio unipersonal de Codecop como “responsable criminalmente del delito de defraudación por retención indebida” del dinero que era de Banco Galicia y «defraudación por administración fraudulenta».
El sistema de «recupero»
Pocos días después de que el juez procesara a Lucas Zeballos y encontrara $377 millones en los depósitos de Codecop, la empresa Arcos Dorados (licenciataria de McDonald’s en Argentina) presentó una denuncia similar a la del Banco Galicia. Pero por una cifra mayor: reclamaba el reintegro de 642.769.056 pesos, 124.470 reales y 37.118 euros.
Según pudo reconstruir Clarín, parte de esa cifra habría sido sustraída por Codecop de una manera sumamente extraña, a través de un sistema que en la transportadora de caudales llamaban «recupero».
«Una vez por semana iba un camión de Codecop a cambiar billetes de McDonald’s. Cuando llegaba el camión blindado, Casa de Moneda le daba bolsas con monedas a los empleados de Codecop, quienes no entregaban las sacas con billetes, porque el servicio ya estaba pagado en forma electrónica por McDonald’s», explicó un exdirectivo de Codecop a Clarín. Y entregó audios que le dieron verosimilitud a esa insólita teoría.
«Las bolsas con monedas eran entregadas después a McDonald’s. Pero las sacas con billetes las llevaban a las bóvedas de Codecop y ahí se supone que se iban acumulando a lo largo de los meses. Hasta que un día alguien de McDonald’s se dio cuenta que les faltaban más de $600 millones y presentó la denuncia judicial. Pero esa plata ya no estaba, se la habían repartido entre todos», planteó otro exdirectivo de Codecop.
Y agregó que «los Zeballos se gastaron parte del dinero robado a McDonald’s en financiar Radio del Plata, construir una bóveda inmensa, comprar dos camiones blindados, un helicóptero, tres autos de lujo Mercedes Benz y dos lotes gigantes en Nordelta»,
La denuncia que presentó McDonald’s por el faltante de dinero provocó la detención de Lucas Zeballos, a fines de octubre, por parte del juez Mariano Iturralde, que ya lo había procesado por el robo al Banco Galicia.
Consultados por Clarín acerca de si existió ese mecanismo de «recupero» mencionado por dos exdirectivos de Codecop -y que figura en audios de otros diálogos entre directivos de la transportadora de caudales-, una fuente oficial de McDonald’s respondió: «No tenemos constancia de que ese era el procedimiento». Y añadió: «Pero es la justicia quien reúne todas las declaraciones, investiga y determina».
La última denuncia
Esta semana Clarín informó que Codecop también se quedó con otros $160 millones de Codere, la mayor empresa del juego de la provincia de Buenos Aires, que maneja 13 bingos y es uno de los sponsors de la camiseta de River Plate.
A pedido de Codere, el 28 de diciembre pasado, el juez Iturralde amplió el procesamiento de Lucas Zeballos y confirmó su prisión preventiva en la causa judicial.
El juez Iturralde también procesó al gerente comercial de Codecop, Cruz Ibarra, que antes tenía «falta de mérito». Lo acusó de ser “responsable criminalmente del delito de defraudación por retención indebida” del dinero que era de Codere, Banco Galicia y Arcos Dorados (McDonald’s), según contaron fuentes judiciales a Clarín.
La española Codere es la propietaria de Bingos del Oeste, Bingo de Morón y Bingos Platenses, entre otras 13 salas de juego, con 6.861 máquinas y 11.692 puestos de bingo.
El juzgado a cargo de Iturralde pudo recuperar $29 millones que le habían robado a Codere, en los allanamientos que realizó en la sede de Florencio Varela.
El juzgado Criminal y Correccional que está a cargo de la causa todavía intenta encontrar 635 millones de pesos de McDonald’s, $130 millones de Codere y 1,2 millón de dólares del Galicia.
Aunque habría más dinero faltante de otros clientes, que no presentaron sus denuncias ante la Justicia, pues estarían intentando recuperarlo por una vía extrajudicial, según pudo reconstruir Clarín.
Como consecuencia de los robos de la empresa de Lucas Zeballos a sus propios clientes, la empresa entró en crisis y despidió a 300 empleados durante el último mes, que reclaman porque no cobraron sus salarios ni las indemnizaciones, pero además se sienten abandonados por el Gobierno y el propio sindicato de Camioneros.
El vínculo con Radio del Plata
Tal como publicó hace dos meses Clarín, Lucas Zeballos fue financista de Radio del Plata, entre noviembre de 2020 y agosto de 2021. Dejó de serlo cuando trascendió la denuncia del Galicia por haberse apropiado de 371 millones de pesos y 1,2 millón de dólares, además de otra de McDonald’s por 643 millones de pesos, que debía transportar Codecop.
En ese momento Zeballos dejó de ir a la radio, donde se presentaba como socio de Francisco Ayerza, propietario del 50% de la emisora. Y en su lugar, Ayerza colocó a Ricardo Bruzzese, que la década pasada impulsó el programa oficialista «Carne para Todos» y fue precandidato K a intendente de La Matanza.
“Durante la gestión de Ayerza y Zeballos traían bolsos con dinero y cobrábamos el sueldo con billetes, en efectivo, con fajos de Codecop”, dijo un empleado de Radio del Plata, que habló con Clarín, bajo condición de mantener su anonimato.
“En diciembre de 2020 nos pagaron el aguinaldo en fecha, en efectivo, después de mucho tiempo sin que nos regularizaran los sueldos, porque veníamos de un problema de arrastre de la gestión de la empresa Electroingeniería. Cuando llegaron Ayerza y Zeballos fue una fiesta. No paraban de gastar plata. Compraron televisores, computadoras, sillas, mesas, arreglaron los estudios y teníamos seguridad privada de Codecop”, dijo otro empleado.
“Todas las compras las hacía Codecop y siempre estaban sus camionetas trayendo cosas”, aseguró otro. «Hasta llevaron los enormes equipos refrigeradores que Codecop tenía en Florencio Varela a la planta transmisora de la radio», agregó el empleado de Del Plata, mientras mostraba el video de ese traslado.
La gestión de Zeballos y Ayerza logró reducir en $ 300 millones la deuda de la radio, que quedó en $ 200 millones, cuando ingresó Bruzzese. Fue por la inyección de dinero de otras actividades y la gestión del empleado de la Aduana y extitular de la AFIP Ricardo Echegaray, que consiguió planes de pago para las deudas impositivas de Del Plata.
La dupla Zeballos-Ayerza mantuvo en 2021 un sesgo kirchnerista en la programación, que derivó en el desembarco de los periodistas ultra oficialistas Tomás Méndez y Horacio Verbitsky. En cambio, produjo chispazos con Sandra Russo, que fue desvinculada de Radio del Plata en junio pasado.
Zeballos fue visto en la radio hasta mediados de 2021. Los empleados cuentan que lo hacía en motos lujosas con su socio Ayerza. El exfuncionario condenado Echegaray también fue visto frecuentemente.
“Todos sabíamos que era muy raro, porque la radio es muy deficitaria, pero los dueños no paraban de gastar plata. Hasta que en agosto pasado no vino más Zeballos y quedó solo Ayerza, ya sin plata para derrochar”, agregó otro empleado de Radio del Plata.
Clarín consultó a la radio sobre los vínculos con Codecop y una fuente cercana a Ayerza respondió que «no eran socios en la transportadora de caudales. Ayerza era como un asesor estrella de Zeballos. Y esa era la empresa de seguridad de la radio, pero cuando llegó la nueva gestión de Bruzzese se canceló el contrato». Y señaló que los pagos a los empleados «antes no se hacían en efectivo, sino por transferencia bancaria».
Pese a ese intento por despegarse de Codecop, Zeballos y Ayerza fueron denunciados en julio pasado por «amenazas calificadas» por el exgerente general de Operaciones de Codecop, Carlos Mansilla, quien trabajó ahí desde 2017 hasta junio de 2021.
«La relación del denunciante con sus antiguos empleadores (Zeballos y Ayerza) se ha tornado crispante, al punto de exigírsele de mala manera que desista de su pretensión indemnizatoria y que omita mencionar un importante faltante de dinero de las arcas de Codecop», figura en la denuncia a la que tuvo acceso Clarín.
En esa denuncia están los audios atribuidos a una emisión desde el teléfono celular de Ayerza, el dueño actual de Del Plata, donde se habría amenazado de muerte al ex gerente de Codecop, Mansilla, según consta en el expediente.
Ayerza no tiene nada a su nombre en Codecop ni en Radio del Plata. Pero los videos y testimonios a los que accedió Clarín son coincidentes en cuanto a su rol directivo en ambas empresas, aunque en la transportadora de caudales su influencia se dio especialmente bajo la gestión de Lucas Zeballos, uno de los dueños de Codecop que está detenido acusado del robo de 1.200 millones de pesos y un millón de dólares a tres de sus clientes.
La sombra de la Policía Bonaerense y del intendente de Ezeiza
Desde la detención de Lucas Zeballos, quedó a cargo de Codecop su padre el policía Carlos Zeballos, fundador y otro de los dueños de la transportadora de caudales, que está con prisión domiciliaria por extorsión a otras empresas de seguridad.
Carlos Zeballos fue el responsable de echar a 300 empleados de Codecop, a quienes les envió telegramas de despido en el transcurso del último mes, alegando estar «imposibilitados de otorgar efectiva prestación de tareas» o que los despedidos filmaron las protestas realizadas por los empleados el 10 de noviembre pasado.
El policía que ahora maneja Codecop fue detenido en agosto de 2019, luego de estar prófugo durante ocho meses, con una orden de captura internacional por el delito de extorsión. En ese entonces, despidió a otros 200 empleados de Codecop.
Siendo el dueño de Codecop, Carlos Zeballos se dedicaba en 2018 a extorsionar -junto al entonces concejal K Roberto Amarilla- a empresas de seguridad privadas, a las que les exigían una mensualidad para poder operar en territorio bonaerense.
En ese entonces, el dirigente K Amarilla era presidente del Bloque Justicialista del Concejo Deliberante de Ezeiza, quien también fue detenido por esta causa de extorsiones en diciembre de 2018. Y su jefe político era el actual intendente de Ezeiza, Alejandro Granados (Frente de Todos).
El exconcejal Amarilla fue jefe director de Agencias de Seguridad, del Ministerio de Seguridad bonaerense, entre 2013 y 2015, cuando el ministro era Granados y el gobernador era Daniel Scioli.
El abogado de Lucas Zeballos y de Codecop es el poderoso excomisario de la Bonaerense, Juan José Ribelli, quien pidió la excarcelación de su defendido, asegurando que había colaborado en las dos indagatorias que le realizó la Justicia.
Ribelli fue policía de investigaciones y estuvo al frente de la División Automotores de Vicente López hasta que fue detenido -ocho años-, acusado de proveer la camioneta Traffic que voló la AMIA -en el atentado que murieron 85 personas-, pero luego fue absuelto por la Justicia.
«La superintendencia de entidades financieras y cambiarias del Banco Central sancionó con un apercibimiento en 2018 a Lucas y Carlos Zeballos. ¿Pero qué hizo ahora? Nada. ¿Cómo puede ser que después de estos robos siga operando Codecop?», cuestionó uno de los damnificados ante la consulta de Clarín.
Sugestivo silencio de los Moyano
Codecop echó a 300 empleados durante el último mes y solo quedaron trabajando menos de 100 empleados, que se van rotando en la sucursal de Florencio Varela.
La empresa redujo las operaciones en su sede central de Florencio Varela y cerró las plantas de Mar del Plata y Misiones. De los 25 camiones propios, solo quedaron en funcionamiento tres camiones transportadores de caudales.
Los 300 trabajadores echados de Codecop eran afiliados al gremio de Camioneros, que conducen Hugo Moyano y sus hijos. Pero el sindicato no realizó ninguna protesta, pese a que los trabajadores recibieron en diciembre la mayoría de los telegramas, cuando regía la prohibición de los despidos. Y todavía no se hicieron efectivos los pagos por esos despidos.
Uno de los telegramas de despido que recibió un trabajador de Codecop, donde el dueño de la empresa Carlos Zeballos argumenta que no puede darle tareas para realizar.
Telegrama de despido que recibió un trabajador de Codecop, donde Carlos Zeballos justifica el despido porque el empleado filmó y tomó fotos de una protesta, en noviembre pasado.
“Fue un despido masivo. El gremio y el Gobierno nos dejaron en banda. Acá echaron a 300 compañeros y la gente de los Moyano nos entregó. Ni siquiera sacaron un comunicado denunciando esta situación”, dijo a Clarín un exempleado que pidió mantener su anonimato.
“Camioneros arregló con Zeballos y con el Gobierno. Nos abandonaron”, coincidió otro trabajador despedido.
«Yo era chofer, trabajé seis años y me echaron. No tengo respuesta de mi liquidación final. El Ministerio de Trabajo y el sindicato nos dieron la espalda», se quejó otro exempleado.
Los representantes de Camioneros estuvieron presentes hace dos meses en la planta de Florencio Varela, por última vez, para romper el paro que realizaba la mayor parte de los trabajadores, ya que habían sido suspendidos y no habían cobrado sus salarios. Después de eso, no se los volvió a ver a los gremialistas de Moyano en las instalaciones de Codecop.
Clarín intentó comunicarse en reiteradas oportunidades con tres dirigentes gremiales de Camioneros, pero ninguno quiso responder.