El líder de la banda criminal “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero, dijo hoy que contrata “sicarios para tirar tiros a jueces” cuando el tribunal que lo juzga le pidió sus datos personales y le preguntó por su oficio o profesión.
ROSARIO.- En medio de un operativo de seguridad inédito, un día después de que el Centro de Justicia Penal (CJP) fuera atacado a balazos, el líder de Los Monos Máximo Canteoro, alias Guille, se volvió a recurrir a la burla como forma de presentación en el juicio en el que está acusado de ordenar 14 atentados contra jueces en 2018. ¿Cuál es su oficio?, preguntó como una formalidad la jueza Hebe Marcogliese en la apertura del debate oral. Desde la cárcel de Marcos Paz, donde está actualmente detenido, Cantero respondió por videoconferencia, con una sonrisa: “Contrato sicarios para tirar tiros a jueces”.
Este nuevo desafío del líder de Los Monos se produjo en un escenario de suma tensión. El Centro de Justicia Penal, que fue blanco el jueves a la madrugada de un ataque a balazos, protagonizado por dos hombres en moto, está totalmente vallado, con retenes dispuestos por la policía que impiden que nadie que no esté acreditado se acerque al edificio vidriado, que fue blanco de los tiros por cuarta vez. Se desplegaron 250 uniformados para evitar que se repitan ataques a tiros.
“Van a desfilar más de 100 testigos, entre jueces, fiscales, diputados, personal por lo que la situación es delicada”, explicó el ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, que admitió que desde el gobierno se pidió a los miembros del Poder Judicial que el juicio se haga de manera virtual para evitar el traslado de los detenidos. “Pasamos de riesgo extremo a alto riesgo” de que se produzca un nuevo ataque, afirmó el ministro.
El funcionario admitió que le pidieron a los miembros del tribunal que se realicen jornadas extendidas de este juicio para lograr que se termine en menos de 15 días.
Los problemas son mayores, porque Cantero no es el único juicio que enfrenta. Hoy, a la tarde, comienza a ser juzgado por ataque a balazos en el Casino City Center, ocurrido el 12 de enero de 2019, donde murió el gerente del Banco Nación de Las Parejas Enrique Encino.
Ese ataque, que provocó conmoción en esa fecha, fue planificado por miembros de Los Monos, bajo la supervisión de Guille, que en ese momento estaba preso en el penal de Ezeiza.
Otro de los acusados por ataques a balazos es un gremialista. El exlíder del Sindicato de Peones de Taxis Horacio Boix está acusado por el fiscal David Carizza por dos delitos: administración fraudulenta del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario y por participar en extorsiones –junto a otros integrantes de Los Monos– a otros miembros de la comisión directiva del gremio del que fue desplazado.
En el juicio que comenzó hoy a la mañana, Cantero, junto con otros ocho imputados, está acusado de haber planeado y ordenado los atentados contra blancos judiciales, a partir del 29 de mayo de 2018, cuando el juez Ismael Manfrín ordenó el traslado del líder de Los Monos de la cárcel de Piñero, situada a 25 kilómetros de Rosario, a la Unidad Penal Nº7 en Resistencia, Chaco. Esa noche, mientras jugaba el seleccionado nacional de fútbol, dos inmuebles en los que había vivido hasta hacía poco tiempo el magistrado fueron baleados.
Los fiscales pidieron una pena de 24 años de prisión para Guille Cantero, quien se encuentra alojado actualmente en el penal de Marcos Paz, por estos atentados. Si es condenado, el líder de Los Monos cargará sobre sus espaldas condenas por 86 años de cárcel y será el preso que más imputaciones judiciales enfrenta ante la Justicia.
A partir de 2018 se inició una serie de atentados que incluyeron edificios judiciales, como la sede de la Fiscalía de Rosario, el Centro de Justicia Penal, el Concejo Municipal y las residencias de otros magistrados. Todos los ataques fueron planificados y ordenados desde la cárcel.
La saga que comenzó el 29 de mayo con el ataque contra las propiedades del juez Manfrín le siguió un atentado que se produjo el 30 de junio de ese año contra una vivienda ubicada en Braille al 1400 que había pertenecido a Ariel Lotito, ex integrante de la Brigada Operativa de Judiciales, que investigó por asociación ilícita a la banda de Los Monos.
El 26 de julio se produjeron dos balaceras en Zeballos al 2500 y en Dorrego al 1600, en pleno centro de Rosario, que están vinculadas a la familia de la jueza Marisol Usandizaga, que integró el tribunal que juzgó a la banda de Los Monos en abril de 2018. Nueve días después fue baleado un departamento en Libertad al 300 que hasta 2001 perteneció a la familia Usandizaga. Horas más tarde se registró una balacera contra el Centro de Justicia Penal (CJP).
El 5 de agosto fue blanco de balazos una residencia de Tarragona al 700 bis. Los fiscales creen que los atacantes se equivocaron. Se presume que la casa que se pretendía balear era en Tarragona al 700 –según señala el diario La Capital- que pertenecía a la familia de la jueza de Cámara Carolina Hernández, una de las integrantes del tribunal que revisó la sentencia por asociación ilícita a Los Monos.
Cinco días después balearon una casa de la familia Usandizaga en Buenos Aires al 1700. El 13 de agosto vecinos de San Luis al 1400 denunciaron haber hallado marcas de balazos en el frente de un edificio vinculado con la jueza de Cámara Gabriela Sansó, también miembro del tribunal que revisó la sentencia.
El 14 de agosto se produjo otro atentado a la sede de la Fiscalía Regional de Rosario, en Montevideo al 1900, en pleno centro de Rosario. El 28 de agosto arrojaron una granada de gas lacrimógeno en Lamadrid al 500, donde está la sede de la Policía de Investigaciones (PDI).
A poco de iniciarse la audiencia, los jueces preguntaron a cada uno de los acusados sus datos. Cuando llegó el turno del líder de la banda fue que se escuchó su respuesta irónica frente a los cargos que se le atribuyen por intimidación y atentados planeados desde prisión contra integrantes del Poder Judicial. “Contrato sicarios para tirar tiros a jueces”, dijo.
Todos los acusados siguen el juicio a través de la plataforma Zoom desde sus lugares de detención. Cantero lo hace desde el penal federal de Marcos Paz.
Germán de los Santos