Voceros de la investigación indicaron a la Agencia Télam que en la mañana de ayer personas que pasaban por el lugar -donde hay un local de Pago Fácil y Western Union- notaron que una puerta estaba abierta, por lo que dieron aviso a la Policía.
Los uniformados arribaron al comercio junto a su titular y al recorrerlo comprobaron que había un boquete en el techo. Fuentes policiales informaron a LA NACION que el grupo delictivo utilizó una agujereadora para romper el cielo raso y así acceder a la caja fuerte.
Las primeras estimaciones del dueño de la empresa dieron cuenta de un faltante de dinero de entre 30 y 40 millones de pesos. Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que tras ingresar por los techos y concretar el robo, los ladrones se fugaron con el botín por una puerta de ingreso.
Sin embargo, los delincuentes dejaron en el lugar tres bolsas con más de 6 millones de pesos, que la Policía contó y devolvió al propietario. Se supone que los ladrones no vieron adónde estaban esos montos o que tuvieron que irse rápido del lugar.
En el local, situado en la esquina de 9 de Julio y Mendoza, en el microcentro santafesino, se hallaron sogas y taladros con los que habrían bajado desde el techo los delincuentes, además de otras herramientas utilizadas para cortar las chapas y así hacer el boquete.
La fiscal Rosana Marcolín, del Ministerio Público de la Acusación (MPA), ordenó una serie de pericias, entre ellas el análisis de cámaras de seguridad de la zona, ya que las del local no captaron imágenes debido a que los ladrones las desconectaron. Asimismo, los delincuentes anularon el sistema de alarma.
De momento, no hay detenidos por este hecho y en el local no se hallaron huellas dactilares que colaboren con la identificación de los buscados.
