Ambos estaban desaparecidos desde el 30 de enero. Los investigadores sospechan que fueron asesinados a golpes con una piedra en el marco de un robo, aunque no descartan otras hipótesis.
El hallazgo se produjo cuando una persona alertó a la Policía Bonaerense. La escena del crimen mostraba signos de presencia de personas en situación de calle, con cocinas improvisadas y refugios precarios. Según fuentes del caso, Paloma y Josué solían reunirse en ese sector, ubicado a pocos minutos de sus hogares.
La fiscalía a cargo de Hernán Bustos Rivas (UFI N°5 de Florencio Varela) confirmó que ambos presentaban traumatismo de cráneo. En el lugar, los peritos hallaron una piedra pesada con rastros de sangre y una botella con restos hemáticos, posibles elementos utilizados en el ataque.
Entre las pertenencias sustraídas figuran los celulares de las víctimas, algo de dinero y una mochila que llevaba Josué. Según los primeros indicios, el doble crimen habría ocurrido el mismo día de la desaparición.
Las autoridades analizan cámaras de seguridad y testimonios para reconstruir el recorrido de los adolescentes y determinar si se encontraron con alguien en la zona. También revisan registros de comunicaciones para obtener nuevas pistas.
La desaparición
Paloma y Josué eran estudiantes de la Escuela Secundaria N°63 de Bosques. La tarde del 30 de enero, alrededor de las 18, la joven le avisó a su padre que iría a entrenar con su amigo. Tres horas después, ninguno había regresado a casa y sus celulares estaban apagados.
Sus familias denunciaron la desaparición al 911 y comenzaron a buscarlos en los lugares que frecuentaban. Un testigo mencionó haber visto a una pareja subirse a un auto rojo, pero la investigación descartó esa pista.
La causa sigue en investigación mientras se esperan los resultados de la autopsia y peritajes complementarios.