El evento, que resultó en la muerte de un interno por una agresión con arma punzocortante perpetrada por otro recluso, ha desencadenado una investigación exhaustiva por parte de las autoridades.
Según explicaron los fiscales, apenas se recibió la noticia del suceso se activó el protocolo correspondiente, movilizando a equipos de criminalística para asegurar y analizar la escena del crimen. Se han iniciado los procedimientos técnicos necesarios, incluida la programación de una autopsia para mañana, la cual será crucial para determinar las circunstancias exactas de la muerte.
«Es un hecho violento que requiere la aplicación rigurosa del protocolo de homicidio», afirmó Beller durante la conferencia. La búsqueda del arma utilizada en el crimen está en curso, con escrutinio minucioso tanto dentro del pabellón 3 como en sus alrededores.
El motivo exacto del altercado aún está bajo investigación, y se están revisando registros previos y circunstancias anteriores al incidente para obtener más detalles. Los fiscales destacaron la importancia de la colaboración inmediata y efectiva de las fuerzas de seguridad y del personal penitenciario para asegurar la integridad de las investigaciones.
Enfatizaron además la obligación legal de las fuerzas de seguridad de comunicar de inmediato cualquier incidente al Ministerio Público, subrayando que la prontitud en la notificación puede ser determinante para el éxito de las investigaciones y para garantizar el cumplimiento estricto de la ley.
