La autopsia reveló que Julia Horn, la joven alemana de 19 años que perdió la vida durante una excursión de trekking en el cordón de la Sierra de Marquesado, en las afueras de la capital de San Juan, murió prácticamente en el acto, desnucada, producto de una caída en una grieta cuando descendía de la cima del sendero, situada a unos 70 metros de donde fue encontrado su cuerpo. Además, tenía un fuerte golpe en el lado derecho y una fractura de pelvis.
“Dadas las circunstancias conocidas al momento de practicar la autopsia, la etiología médico-legal de la muerte se produce por forma violenta, por mecanismo de daño del tronco cerebral producido por una subluxación occipito-aloidea”, reza el informe de la necropsia.
Los forenses tomaron muestras de tejidos y órganos para la realización de estudios histopatológicos y toxicológicos complementarios. No obstante, para los especialistas, la presunción es que el deceso de la turista europea fue producto de la fatalidad. Se presume que se resbaló cuando ya había descendido entre 50 o 60 metros desde la cima de la Sierra de Marquesado, frente al autódromo Eduardo Copello, más conocido como El Zonda.
En el momento del hallazgo se encontraron varias de las pertenencias de Julia. Entre ellas, una de suma importancia para la causa que intenta esclarecer su muerte: su celular.
“El teléfono está bastante roto por la caída”, asegura un investigador clave del caso a Infobae. Se cree que, por lo menos, Horn habría caído al vacío cerca de 50 metros hasta impactar en el lugar donde perdió la vida.
Sin embargo, los fiscales Iván Grassi y Michel Torena ordenaron una extracción forense de datos al aparato, que será realizada por personal de Apoyo Tecnológico dependiente de la Policía de San Juan. Así, podrán determinar si Julia intentó pedir auxilio, o cuáles fueron las conversaciones previas a su fallecimiento.
El teléfono, según confirman fuentes del caso, dejó de tener señal el jueves pasado a las 15:53 del jueves pasado, día que Julia se dirigió al cerro. Fue encontrado en el bolsillo de su pantalón.
Una muerte por homicidio no es la principal hipótesis. Para los fiscales, Julia podría haber muerto por accidente, dadas las evidencias hasta el momento. Esto lleva a la teoría que hoy considera la fiscalía, que indica que Horn murió inmediatamente al caer.
La expectativa en torno al expediente se centra en el resultado preliminar de la autopsia, que el fiscal Grassi espera recibir en el transcurso de la mañana de hoy, luego de que el cuerpo fuera ingresado a la Morgue judicial a las 21:30.
Por lo pronto, se cuenta con un primer análisis del cadáver, realizado por los médicos legales que analizaron los restos de Julia. Los primeros peritos determinaron que no se veían, por lo menos a simple vista, lesiones compatibles con un asesinato.
“El cuerpo presentaba varias fracturas en la pelvis y lesiones en el rostro, entre otras heridas. No había lesiones traumáticas coincidentes con una agresión. Todas eran compatibles con una caída”, asegura una fuente clave en el expediente.
Sin embargo, será la autopsia lo que determine o descarte este planteo. Se buscará determinar cómo se produjo el golpe y si, efectivamente, Julia agonizó, así como si sufrió algún tipo de agresión de terceros.
Determinar la data exacta de muerte se convirtió en otra clave. Para esto, los investigadores ordenaron a los forenses de la Morgue -además de los estudios de rigor como un test toxicológico o un análisis a las vísceras- un análisis de humor vitreo, un fluido recolectado de los ojos que además del momento del fallecimiento puede determinar otros procesos subyacentes. Es relativamente frecuente en autopsias.