La policía de Santa Cruz encontró este lunes el celular de la turista salteña que fue atacada la semana pasada por dos hombres que abusaron sexualmente de ella y asesinaron a su hijo de 4 años.
El teléfono móvil de la mujer, que había sido robado y descartado por los agresores después del violento ataque, apareció en el lugar exacto que uno de los sospechosos señaló ante la Justicia. Se trata del menor de ellos, un joven de 16 años que continúa en calidad de aprehendido y aún no fue formalmente acusado por el juez Oldemar Villa. Él fue quien, al testificar ante la Justicia y en presencia del defensor de menores, marcó la ubicación precisa donde estaba el celular.
Los efectivos de la policía de Santa Cruz esperaron la luz del día y lo encontraron en ese lugar exacto de la zona costera cerca a Cueva de los Leones. El aparato, según relató un testigo del procedimiento policial en diálogo con TN, no estaba en el agua sino apoyado sobre una roca y envuelto en una bolsa.
Ahora el teléfono será peritado en busca de nuevas pruebas como puede ser por ejemplo la geolocalización del móvil al momento del crimen del niño y la violación a su mamá, que habían viajado desde Salta a Santa Cruz para visitar un familiar y fueron atacados cuando realizaban un paseo por la playa Cavendish.
En esa misma oportunidad en que el menor de los sospechosos testificó -aunque no se trata de una declaración indagatoria porque no está formalmente acusado del crimen-, señaló también el lugar donde habría descartado un buzo que él tenía puesto al momento del ataque a la mujer y su pequeño hijo. En esa instancia el joven se habría deslindado del abuso y el asesinato con el argumento de que si bien estuvo en el lugar no participó del brutal ataque. Sin embargo, señalan, de comprobarse su presencia en la agresión -por lo menos, cómo indicó la víctima, sosteniendo al menor mientras ella era abusada- eso ya lo convertiría en un partícipe necesario del crimen, según indicaron fuentes de la investigación a Infobae.
El otro acusado es un joven de 24 años que ya fue detenido tras haber sido identificado por la víctima en una rueda de reconocimiento y está acusado en principio de los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal, tentativa de femicidio (en el caso de la mujer) y homicidio (en el caso del niño de 4 años)”. Fue trasladado a una sede policial de la ciudad de Caleta Olivia para evitar una posible reacción de los vecinos de la zona y podría ser indagado por el juez Villa en los próximos días.
Fuentes de la investigación aseguraron a la agencia de noticias Télam que el sospechoso cuenta con antecedentes penales, ya que había sido demorado el mes pasado en el marco de otra causa tras haber sido denunciado por la “tentativa de homicidio” de un familiar suyo menor de edad y luego el juez Villa lo liberó. Esta descripción concuerda con el relato que había hecho en su momento la víctima, quien aseguró ante las autoridades policiales que el hombre que la había abusado dijo que pensaba matarla porque no quería “volver a estar en cana”.
En cuanto al menor de edad, el magistrado espera la realización de nuevas ruedas de reconocimiento en el día de hoy -en la que participarán testigos que supuestamente lo vieron caminando por la playa Cavendish minutos después del crimen- para tomar una decisión y efectuar un potencial traslado del joven a un Centro de Detención Juvenil de Río Gallegos.
Este domingo por la tarde, en tanto, centenares de personas volvieron a manifestarse en Puerto Deseado para pedir justicia por este hecho y otros crímenes recientes con carteles y banderas con diferentes consignas sobre la situación de inseguridad que se vive en la zona.