Un joven comerciante fue asesinado de un balazo en el pecho cuando se dirigía a entregar un pedido de comidas en el barrio Cataratas, en la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones
Los investigadores y la pareja de la víctima sospechan que se trató de un frustrado intento de robo y que el pedido de delivery fue una excusa para ponerlo en una situación de indefensión.
El hecho ocurrió cerca de las 23 de este lunes cuando Catriel Urizar, de 30 años, detuvo la marcha de su camioneta Toyota Hilux doble cabina sobre la calle Guabirá, porque no lograba localizar el lugar de entrega de las pizzas que había solicitado una persona que no formaba parte de la clientela habitual del local “Como en el campo”, en el barrio Las Leñas.
Alicia Ruiz Díaz, pareja del joven asesinado, contó que el lunes prácticamente no tenían pedidos y junto a Catriel decidieron liberar a los dos deliverys, los mozos y algunos cocineros. Incluso pensaron en cerrar más temprano, pero finalmente decidieron dejar abierto el local.
La mujer dijo que la víctima usó una moto para realizar dos entregas a clientes conocidos y que cerca de las 23 recibieron el llamado de un desconocido. “El llamado provino de un teléfono que no tenemos agendado. Cuando le pedí a la persona que me pasara la ubicación actual para poder llevarle la comida, me respondió que su teléfono no contaba con esa aplicación, pero que lo iba a esperar. Como referencia dijo que vestía un buzo blanco”, contó Ruiz Díaz.
A Catriel también le generó sospechas y eso lo impulsó a realizar la entrega en la camioneta y no en la moto. Y ella propuso acompañarlo, pero él le dijo que no era necesario. “Cuando estaba en la zona me llamó porque no podía localizar a la persona que realizó el pedido. Me pidió que le pasara el número para llamar al cliente, pero cuando intenté llamarlo de nuevo ya no me respondió”, relató.
Los investigadores ya cuentan con imágenes de una cámara de seguridad, lo cual permitió reconstruir el crimen. Dos personas se acercaron a Catriel por el lado del acompañante, abrieron la puerta y apenas unos segundos después escaparon corriendo.
Un vecino que escuchó la detonación llamó a la policía. Una patrulla que llegó al lugar encontró a Urizar ya sin signos vitales, con un impacto de bala que ingresó por el lado derecho del pecho. En la bandeja portaobjetos de su camioneta -todavía con el motor en marcha- había una réplica de un arma de fuego, su billetera con documentos y 3.020 pesos en efectivo; y dos teléfonos celulares.
Los investigadores creen que los delincuentes esperaban que el delivery llegara en una motocicleta, lo cual hubiera facilitado el robo. Y que apenas abrieron la puerta de la camioneta, advirtieron la presencia del arma y le dispararon a quemarropa al comerciante.
La víctima no tenía antecedentes ni había recibido amenazas en los últimos tiempos, lo cual hizo que en las primeras horas de investigación se descartara la posibilidad de un ajuste de cuentas.
“La cámara que tomó la secuencia no tiene la definición suficiente como para identificar a los homicidas, pero sí contamos con algunos datos que nos van a ayudar para dar con estas personas”, dijo uno de los policías que trabaja en el caso.
El juez de Instrucción de Puerto Iguazú, Martín Brites, pidió que se sumen a la investigación agentes de la División Homicidios de Posadas y también de Cibercrimen, que tendrán la misión de rastrear el número desde el cual se realizó el llamado al local de comidas de Urizar.