Brayan Stiven Iguarán Varela, de 20 años, fue detenido por la Policía de la Ciudad tras seguir a su víctima a la salida de un banco. Al ver el aparato, descubrieron que había sido denunciado por violencia de género y tenía una orden de restricción perimetral
Un motochorro de nacionalidad colombiana fue arrestado este miércoles por la Policía de la Ciudad, tras robarle una mochila con 10 mil dólares al conductor de un vehículo en Recoleta. El detenido tenía colocada una tobillera electrónica por una restricción perimetral a raíz de una causa por violencia de género, según informaron fuentes del caso a Infobae.
El hecho ocurrió sobre la calle Agüero al 1700, del mencionado barrio porteño. Según indicaron, personal de División Sumarios y Brigadas de Prevención de la Comisaría Comunal 2 observó durante un patrullaje de rutina un tumulto de personas, en lo que aparentaba ser una pelea.
Al llegar al lugar, los efectivos notaron que no había un enfrentamiento, sino que un grupo de vecinos tenía rodeado a un ladrón para que no se escapara. Allí, los individuos, entre los que se encontraba la víctima del robo, relataron a los agentes que ese hombre hacía pocos minutos atrás había viajado como acompañante en una moto de color blanco y había roto el vidrio de la puerta de un automóvil Ford Focus gris, del que robó una mochila negra con 10 mil dólares y documentación personal.
Inmediatamente lo detuvieron y el delincuente, identificado como Brayan Stiven Iguarán Varela, de 20 años, oriundo de Colombia, entregó la mochila que había robado, la cual fue devuelta a la víctima al instante.
Tras recuperar su dinero, el hombre, de 68 años, le indicó a los agentes que fueron dos motos las que lo habían seguido cuando salió de un banco, ubicado en avenida Corrientes y Reconquista, en pleno centro de la ciudad. Así, los investigadores creen que se trató de una salidera bancaria y que el hombre estaba “marcado”.
Sin embargo, al momento de identificar al imputado, los policías se sorprendieron al ver que el ladrón tenía colocada una tobillera electrónica. Allí, cruzaron los datos que figuraban en la pulsera con el sistema de antecedentes y se constató que el joven contaba con una denuncia por violencia de género. La causa fue radicada el pasado 11 de junio en el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N 22, donde le habían dictado una restricción perimetral con la prohibición de acercarse a la víctima, pero con libertad ambulatoria.
Una vez detenido se le secuestró un teléfono celular, 20 dólares, 400 pesos, un guante de tela amarillo, un par de auriculares y un lápiz cortavidrio, según indicaron.
La causa la instruye el Juzgado Criminal y Correccional Número 56, a cargo de Alejandro Litvack, quien dispuso el traslado del delincuente a la Comisaría Vecinal 2B.
El hecho se produjo en medio de una ola creciente de delitos en la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires. Sin ir más lejos, el martes pasado, efectivos de la Policía de la Ciudad rescataron a una familia que había sido víctima de una feroz entradera a manos de una banda integrada por nueve delincuentes: siete de nacionalidad argentina y dos dominicanos.
Según informaron fuentes policiales a Infobae, todo ocurrió en la noche del martes, hacia las 21, en un edificio ubicado en la avenida Independencia al 1600, adonde se desplazó la Policía luego del aviso de un vecino. Al llegar al lugar, los oficiales lograron detener a cuatro ladrones que habían maniatado a los cuatro integrantes de la familia con precintos, mientras que tres más fueron capturados al querer escaparse por los techos de las viviendas linderas, armados y con chalecos antibalas. Cayeron en la esquina de Santiago del Estero y Estados Unidos.
Poco tiempo después, a la fuerza de seguridad porteña le llegó la alerta por la presencia de personas extrañas en una habitación de las áreas comunes del mismo edificio en el que dieron el golpe y allí, abajo de una pila de colchones, fueron encontrados dos delincuentes más. Los individuos tenían en su poder dos armas de fuego.
Luego de finalizado el operativo, los efectivos pudieron constatar que se trataba de una banda muy bien organizada y con todos los elementos para dar el golpe. Portaban elementos para simular que eran integrantes de las fuerzas de seguridad, particularmente de la PFA, equipos de comunicaciones, cuchillos y armas de fuego. En total -precisaron las fuentes- incautaron tres armas blancas, seis de fuego, precintos, municiones, chalecos y otros elementos con la insignia de Policía Federal, además de un handy.