Ramón Flores (40) fue detenido este martes por la mañana en Chaco, su provincia natal, lugar al que había escapado tras el crimen de Marcelo Longhi (58), ex rugbier y presidente del Club Municipal de Vicente López (Vilo), asesinado el 12 de enero último en la ciudad de Luján.
El otro detenido es Pablo Javier Achard (44), amigo y socio de Longhi, a quien la fiscal Mariana Suárez lo imputó por el delito de «homicidio simple». Achard se negó a declarar porque designará a un abogado particular y luego fue trasladado al Cuerpo Médico Forense de Chivilcoy.
El giro en la investigación surgió de un informe médico legista clave que determinó que la víctima no pudo haber salido con vida de su campo de la localidad bonaerense de Tomas Jofré ese mediodía, como se creyó en un primer momento.
Según el abogado Alejandro Broitman, representante de la familia de la víctima, una de las pruebas contundentes para imputar a Achard y Flores consistió en que «el horario del deceso de Marcelo Longhi no va más allá de las 13 horas», por lo que «la fiscal estima que murió en el campo» de la localidad de Tomás Jofré, de donde el socio de la víctima dijo que lo vio salir a las 13.35 del día en que fue hallado muerto horas después a la vera de una ruta.
Además, Broitman dijo que «encontraron entre el calzoncillo y el pantalón de Marcelo hojas de eucalipto que no había en la zona donde se encontró la camioneta (con su cuerpo) y sí en el campo, donde el suelo estaba lleno de hojas de eucalipto».
Por estos motivos, a pedido de la fiscal 9 de Luján, y por orden del Juzgado de Garantías 1 de Mercedes, fue detenido Achard, socio de Longhi, al tiempo que se allanó su domicilio, ubicado en la calle Mármol al 2600, en el partido bonaerense de Vicente López, donde se secuestró una pistola calibre 9 milímetros con la documentación vencida, 27 municiones y dos teléfonos.
También se allanó una oficina donde Achard tiene su empresa de seguridad, ubicada en la calle Montañeses al 3100 del barrio porteño de Nuñez.
En tanto, también por orden judicial, se allanó el campo de la víctima con el fin de apresar al casero Flores, aunque se constató que éste no se encontraba en el lugar. Flores cayó en Chaco, donde donde poseía una causa previa por tentativa de homicidio con arma de fuego.
Además, en el campo allanado los investigadores secuestraron tres escopetas, las cuales estaban cargadas. La principal hipótesis de los investigadores radica en que los motivos del crimen fueron económicos.
Por su parte, el abogado de la familia de la víctima, al ser consultado sobre cuál pudo ser el móvil del crimen dijo: «Pudo haber sido que Marcelo haya descubierto algo y que cuando llegó el socio Marcelo lo increpó y ahí se produjo el accionar violento».
La víctima fue hallada asesinada a golpes y con el cuello quebrado el 12 de enero en la caja de su camioneta Ford Ranger detenida entre unos pastizales, a unos 15 metros de un camino rural que se cruza con la ruta provincial 47, en el acceso al paraje La Choza, en el límite entre Luján y General Las Heras, en el noroeste del Gran Buenos Aires.
Se determinó que adentro de la camioneta estaba el teléfono celular de la víctima, que se conectó por última vez a las 14.20 del miércoles, mientras que en proximidades del puente del arroyo La Choza, a un kilómetro del lugar del hallazgo de la camioneta, se detectaron huellas de arrastre.
Inicialmente, los investigadores creyeron que Longhi había salido a las 13.35 de ese día de su campo ubicado en la localidad de Tomas Jofré rumbo a Navarro con 180.000 pesos con los que tenía previsto comprar dos novillos, aunque las pruebas científicas derribaron esa pista, según los informantes.
«La oferta por los carneros nunca existió. Era toda una fantasía creada por Achard», remarcó al respecto Broitman, quien confirmó que Achard estuvo presente en el velorio de Longhi, donde «permaneció mucho tiempo» y se «mostró acongojado pero, al mismo tiempo, estaba frío».
GL