Denuncian a un portero por abusos en un jardín: “El loquito” de los “juegos buenos” y “malos”

Hace una semana que los padres empezaron el camino para denunciar al abusador. Un nene puso en palabras lo que estaba viviendo en el Jardín N° 1000 de Virrey del Pino y su relato terminó en los Tribunales de La Matanza.

El colegio habría apartado al responsable apenas se supo de la investigación en marcha, pero los padres denunciaron más casos y el encubrimiento de las autoridades de la institución. Sin embargo, advirtieron que «le permitieron continuar trabajando tres semanas más».

Por eso, este martes -alrededor de las 16.30- se convocaron en la puerta, en el kilómetro 35 de la Ruta 3, para reclamar por «la inacción» de los directivos del establecimiento.

En paralelo, la Policía bonaerense detenía a un hombre identificado con las iniciales C. M. (65) en su casa de González Catán, acusado por abuso sexual infantil, por pedido de la fiscal María Celeste Pérez, de la fiscalía especializada de La Matanza.

El hombre trabajaba como auxiliar del colegio hacía unos 10 años. Esta institución es la única del barrio Nicole, en Virrey del Pino, una zona vulnerada de La Matanza donde -de acuerdo a lo que denuncian los docentes- la matrícula está sobrepoblada ante la falta de otros jardines en la zona.

Las salas, según confiaron a Clarín, tienen más de 30 chicos por docente y hace tiempo reclaman la construcción de «otro establecimiento para el barrio, que haya más preceptores y dos docentes por curso». Algo que nunca ocurrió.

Al menos una de las familias víctimas del abusador notificó a los directivos lo que estaba ocurriendo, después de hacer la denuncia policial. A partir del lunes, preventivamente lo habrían apartado del cargo.

Sin embargo, nunca avisaron a los otros padres ni a los docentes y eso reflotó la queja. Por eso, los rumores empezaron a circular y el enojo de los padres se convirtió en manifestación.

Un grupo de vecinos y padres se convocó en la puerta del jardín para exigir respuestas. La situación se fue de control cuando ingresaron al establecimiento y provocaron destrozos. Arrojaron piedras contra el edificio y las docentes tuvieron que encerrarse en una oficina.

«La presencia de la Policía generó más violencia de la que ya había. Empezaron a dispararles y a tirar gases lacrimógenos a los padres. Alrededor de siete docentes del turno tarde quedaron encerrados, además de personal administrativo y no docente», contaron a Clarín delegados del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), que convocó a un paro para este miércoles en todos los jardines de La Matanza.

Los docentes fueron agredidos por los familiares de los niños y, como la represión policial provocaba una batalla campal en la puerta, tuvieron que permanecer «atrincherados» en el edificio hasta las 2 de la madrugada de este miércoles.

Tras el hecho, más de mil docentes se convocaron en la sede distrital de la Dirección General de Escuelas para exigir «un protocolo de actuación, un gabinete de contención para las familias que denuncien casos de abuso sexual, la construcción de un nuevo jardín para el barrio Nicole, y más personal para acompañar a los alumnos», contaron a Clarín.
La investigación

Además, el fiscal Gastón Bianchi inició una investigación por los disturbios pero aún no hay ningún imputado por estos hechos.

En tanto fuentes judiciales confirmaron a este diario que C. M. está imputado y que aún no fue indagado. También confirmaron que hay una denuncia por abusos, además de «una segunda que estarían por presentar», pero que todavía no fue formalizada.

En declaraciones a los medios locales, los padres hicieron referencia a más de 20 víctimas de estos hechos, aunque -hasta el momento- no se habrían presentado a la Justicia.

«Nuestra hija empezó a relatarnos cosas que nos parecían extrañas. Que había ‘juegos buenos’ y ‘juegos malos’ con una persona que ella nombraba como ‘El loquito’ del jardín», contó el papá de la víctima.

Y siguió: «Nuestra hija nos decía que tenía secretos con esta persona, nos acercamos al jardín y le dijeron que le aseguraban que esto no podía ser posible, que era una persona profundamente amable con los chicos. No nos contuvieron, no le creyeron a mi hija y las pericias terminaron demostrando lo que ella contaba».

«Si ayer no veníamos, no lo iban a meter preso. Dijo que en dos oportunidades se acercó a decirle a la señorita lo que estaba pasando y que no le dieron bola», cuestionó la mamá ante los canales de televisión.

Desde la Jefatura Distrital de La Matanza indicaron que «un auxiliar no tiene dentro de sus acciones en lo que debiera hacer un auxiliar y que en este jardín están las preceptoras». Además, que por ahora «hay una sola denuncia» y que el «resto está en investigación.

GL – EMJ