Juan Manuel Dávila y Gustavo García cuestionaron los dichos del más complicado de los acusados del crimen de Fernando Báez Sosa. El abogado de la familia de la víctima también habló en duros términos.
Juan Manuel Dávila y Gustavo García, los fiscales que llevan adelante la acusación en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, aseguraron que la declaración que brindó ayer Máximo Thomsen, el más complicado de los ocho rugbiers acusados del asesinato cometido el 18 de enero de 2020 en la localidad de Villa Gesell, “no guarda relación” con los elementos que están en el expediente. Por su parte, Fernando Burlando, abogado de la familia de la víctima, también criticó los dichos del sospechoso y adelantó qué pena va a pedir durante su alegato.
El primero en hablar fue el fiscal Dávila, quien aseguró esta mañana que “no existió” la pelea que expuso Thomsen al declarar ayer ante el Tribunal de Dolores, ya que nada de eso “se ve reflejado en pruebas testimoniales ni fílmicas”.
Los dichos del funcionario judicial de hoy van en sintonía con lo que ya había asegurado ayer luego de finalizar la décima primera jornada del debate oral, cuando dijo que “lo que Thomsen ha manifestado no guarda relación con lo que hay en la causa” y que simplemente “dio una explicación de lo que él tenía ganas de decir, nada más”.
Ayer, en su declaración, el rugbier acusado de patear en la cara a Báez Sosa relató lo que para él pasó antes de la golpiza.
“Tuve que mirar los videos porque por el alcohol y la asfixia (en referencia a la llave inmovilizadora que le practicaron los patovicas para expulsarlo de Le Brique) no recordaba. Miré para el costado y vi un grupo grande de chicos como que se iban a enfrentar con mis amigos. Cuando llego a la ronda y, se abre, siento un golpe en la cara”, contó el joven de 23 años. En ese momento -dijo- “pegó una patada o dos”. En ese sentido, el fiscal sostuvo que “puede refutar eso” y resaltó que “esa circunstancia no existió”.
Ante una pregunta sobre la ingesta de alcohol previa al crimen por parte de los imputados, a la que también aludió Thomsen, el fiscal dijo a la prensa: “En este caso concreto, ustedes han advertido un video que hay en un local comercial sonde se ve a estas personas…”. Testigos como los amigos de Báez Sosa aseguraron que no vieron a los acusados como particularmente ebrios. En la casa de los rugbiers se encontró apenas una botella de vodka. No se expusieron análisis de alcoholemia de los acusados en el proceso.
Finalmente, Dávila dijo que hay “mucha prueba” en la causa y que más allá que el imputado haya admitido que eran suyas las zapatillas con sangre secuestradas en el expediente, eso “ya estaba confirmado”.
A su turno, Gustavo García, otro de los fiscales que impulsa la acusación en el juicio, se refirió a los dichos de Thomsen sobre la supuesta ingesta de bebidas alcohólicas previas al episodio y a los golpes que dijo haber recibido. ”Yo no vi un solo golpe de los amigos de la víctima”, expresó García. Explicó que “no hay pericia alcoholimétrica de los imputados” en la causa y que la fiscalía cuenta con los videos “para analizar el estado en el que se encontraban”. ”No cambia en nada que ellos hayan dicho que tomaron en la playa”, concluyó el funcionario.
Fernando Burlando, abogado querellante, también criticó la declaración de Thomsen y en diálogo esta mañana con Urbana Play, adelantó que va a pedir prisión perpetua para los ocho acusados del asesinato.
“Vamos a pedir perpetua por todos. Desde el 2017 que se modificó la ley para este tipo de delitos y ahora es para toda la vida. Puede cambiar y cualquier persona que haya cometido este tipo de delitos puede aspirar a una libertad condicional recién a los 35 años de cumplida la pena. La reparación para la familia es que la Justicia haga lo que tiene que hacer, aunque la condena para los padres de Fernando es para toda la vida”, dijo.
En sintonía con los fiscales, el letrado aseguró que los dichos de Thomsen “no tienen nada que ver” con lo que se observa en los videos del crimen. Además, ratificó que hubo premeditación por parte del grupo de amigos. “Después del incidente (en el boliche Le Brique) salen a la calle. (Thomsen) le dice que lo va a degollar y que está muerto. Todos se posicionan en distintos lugares”, comentó Burlando, quien dijo que en una de las cámaras se ve cómo lo golpearon a Báez Sosa y lo hicieron caer de rodillas.
“Estaba como pidiendo clemencia. Se turnan y le pegan. En las imágenes se ven que estaban cuatro minutos de un lado y cuatro minutos del otro. Es insólito el intento de defensa de Thomsen. Se hundió él y hundió al resto de los compañeros”, agregó.
Burlando hizo hincapié nuevamente en la premeditación, independientemente del tiempo que les haya llevado -supuestamente- planificar el crimen. Al respecto sostuvo que “no fue una simple riña” sino que “fue un asesinato”.
Burlando recordó que Fernando estaba de espaldas cuando lo atacan y que de lo que se les está acusando es el acuerdo premeditado. “Un plan para matar no tiene que ser diseñado por meses. No importa el tiempo antes. Hubo una amenaza de Thomsen, lo posicionaron, lo acomodaron, le dieron golpes y le dieron una patada en el medio de rostro. Es una patada mortal”, finalizó.
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