La financiera funcionaba en un departamento de la calle Juramento. Puerta blindada y valijas cargadas de billetes.
Por: Federico Fahsbender
La cueva financiera de Belgrano donde detuvieron ayer a Leonardo Fariña es, básicamente, como cualquier otra cueva financiera en Buenos Aires. Ubicada en un departamento de 90 metros cuadrados en el piso número 12 de un edificio en la esquina de Juramento y Libertador, tenía un espacio de acceso al publico de no más de cuatro metros cuadrados, con un vidrio tipo Blindex y un espacio para pasar billetes por debajo. Una puerta blindada separaba el espacio restringido, donde se ubicaban tres oficinas.
El lugar ni siquiera tenía un nombre de fantasía. Nimbus Group, la cueva vinculada a Ivo Rojnica, “El Croata”, allanada el mes pasado, ocupaba todo un piso en un edificio de oficinas de avenida San Martín. Tenía 15 contadores de dinero. La de Fariña, apenas dos. Sin embargo, la cantidad de efectivo era notable. Dos sospechosos intentaron huir por un balcón con una valija cargada de pesos. Había, al menos, 500 millones en moneda argentina en el lugar.
Nadie esperaba encontrar al arrepentido de la ruta del dinero K en el lugar. La División Antifraudes del Departamento Delitos Económicos de la PFA -que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales- había seguido la pista de la cueva durante semanas, en una causa a cargo del juez Pablo Yadarola. Era, en sí, una financiera más, una de tantas allanadas en semanas de controles de clima electoral para atar la suba del dólar libre. Había indicios que apuntaban a “El Pela”, o “El Pelado”, un apodo que rara vez se le dio a Fariña. Pero estaba allí. Entonces, se lo llevaron. Mañana será indagado por el juez Yadarola, tras pasar dos noches en una celda de la PFA.
Los otros cuatro sospechosos que fueron arrestados en el lugar son otra historia.
Serían empleados rasos del lugar. Varios de ellos dicen dedicarse al negocio inmobiliario, están registrados en esa categoría de la AFIP según sus perfiles comerciales consultados por Infobae. Otros ni siquiera trabajarían allí, como Antonella Somma, arrestada en la redada de ayer, de 32 años, allanada hoy en un country de la zona norte. Es la pareja de Carlos Senande, de 28 años, con domicilio fiscal porteño, dedicado al negocio inmobiliario, al menos en los papeles de la AFIP. El hombre es otro sospechoso hallado en la cueva.
Damián Alejandro Frare, según investigadores, parecería ser la figura principal. De 26 años, también está registrado en el rubro inmobiliario de la AFIP y se lo vincula a un sitio de compra de autos. No tiene una historia de trabajo en blanco. Le encontraron diez celulares en la casa de country donde vive. Según detectives del caso, fue quien se habría hecho cargo del lugar al momento de la redada.
Así y todo, no parece ser el número uno. El rol de Fariña queda por verse.