Cómo asesinaron a Catalina Gutiérrez: la verdad según la autopsia y el expediente judicial

El juicio contra Néstor Soto, acusado del femicidio de Catalina Gutiérrez, reveló contradicciones entre su versión de los hechos y la evidencia forense. Aunque el imputado brindó su testimonio en la audiencia, los informes de la autopsia y la causa judicial desmienten su relato.
Catalina Gutiérrez

Soto, quien enfrenta cargos por homicidio calificado por alevosía y violencia de género, intentó justificar el asesinato alegando un supuesto estado de «emoción violenta». Durante su declaración ante el tribunal, recreó la maniobra del «mataleón», una técnica de estrangulamiento del jiu-jitsu brasileño, afirmando que la aplicó de manera involuntaria tras una discusión con la víctima.

“Reaccioné con un golpe y le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me respondió: ‘Pelotudo, me pegaste re fuerte’. Me agarró de la remera y terminamos en el piso peleando”, relató ante los jueces Horacio Augusto Carranza, Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi, junto a un jurado popular.

Según su testimonio, la joven lo sujetó del cuello y eso desató su reacción violenta. “Se me apagó la tele. Le agarré las manos, se las zafé y realicé la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer”, aseguró Soto, insinuando que actuó sin plena conciencia de sus actos.

La reconstrucción del crimen según la fiscalía

Sin embargo, la evidencia recopilada en la investigación desmiente esta versión. El fiscal José Mana sostuvo en su requerimiento de elevación a juicio que Soto planificó el asesinato. Según la acusación, el imputado manipuló a Catalina para que acudiera a su domicilio, asegurándose de que estuviera sola y sin posibilidad de recibir ayuda.

Una vez allí, según el expediente, la atacó con al menos cuatro golpes en la cabeza y el rostro, propinados con sus puños u otro objeto contundente. “Aprovechó su superioridad física y la relación de confianza que existía entre ellos para evitar cualquier reacción de su víctima”, indica la investigación fiscal.

Cuando Catalina cayó al suelo, en un estado de inconsciencia o aturdimiento temporal, Soto la ató con una cinta adhesiva de alta adherencia. Luego, se montó sobre ella y la estranguló con un lazo, causándole la muerte. Posteriormente, subió el cuerpo al auto de la madre de la víctima y lo trasladó hasta un camino en las afueras de la ciudad, donde lo descartó.

La evidencia forense

El informe de la autopsia realizado en el Instituto de Medicina Forense confirmó que Catalina presentaba múltiples lesiones en la cabeza y el rostro: un golpe en la región frontal, dos en los temporales y otro en la zona del ojo y la mandíbula izquierda. La causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento, aunque no se ha determinado con certeza si la presión fue ejercida con sus manos o con la misma cinta utilizada para inmovilizarla.

El fiscal Mana expuso que Soto actuó motivado por una relación de poder desigual, basada en celos, manipulación y violencia. El acusado no aceptaba que Catalina no quisiera estar con él, lo que lo llevó a cometer el femicidio con frialdad y premeditación.

El juicio continúa con los alegatos de las partes, y el veredicto será anunciado en los próximos días. La fiscalía y la querella buscan la pena de prisión perpetua para Soto, mientras que su defensa intentará reducir la condena alegando un estado de emoción violenta.

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