El tirador es un comerciante que quedó imputado por homicidio, pero no lo detuvieron. Creen que el fallecido era un ladrón.
En plena madrugada, los pasos sobre el techo de la casa parecían estruendos. Ezequiel Sebastianelli (34) se sorprendió y se asustó. Entonces salió al patio de su casa de la calle 64, entre 10 y 11, con una vieja escopeta de colección y cuando una silueta oscura asomó cerca de la medianera disparó. El hombre que caminaba sobre la cubierta murió casi después de intentar escapar herido por las perdigonadas.
El episodio ocurrió en la madrugada de este lunes, en una vivienda situada cerca de la zona del Parque Saavedra, a pocas cuadras del centro de La Plata, en medio de la cuarentena obligatoria por el coronavirus.
Según informaron fuentes judiciales a Clarín, Sebastianelli quedó imputado por el delito de «homicidio calificado», aunque no fue detenido. En la fiscalía que tiene su cargo la investigación evalúa aplicar la figura de «exceso en la legítima defensa», que atenuaría la rigurosidad de una eventual condena.
Todos los indicios apuntan a que la víctima sería un presunto ladrón que actuaba con la modalidad de «hombre araña». La Policía encontró una mochila donde tenía un hierro para «barretear» puertas y otros elementos que se presumen se podrían utilizar para robos en casas.
El ataque fue a las 3.30 de la mañana. Sebastianelli, un comerciante que tiene un local cerca de su hogar, dormía en la propiedad que comparte con su esposa y su hija menor de edad. Ambas también estaban descansando cuando escucharon los primeros ruidos sobre las chapas.
El presunto ladrón, que tendría de 35 a 40 años y que aún no fue identificado por las autoridades, estaba vestido de negro, tenía guantes de cuero en las manos y una bufanda que le tapaba casi toda la cara.
El comerciante lo atacó con una carabina cuando trataba de escapar. En medio de la oscuridad disparó el arma y después llamó al 911.
A los pocos minutos varios patrulleros rodearon la manzana. Y un móvil lo encontró muerto a varias casas del lugar donde lo hirieron.
«Este hombre intentó una acción muy audaz. En la manzana donde lo encontraron funciona una sede de la Caja de Previsión de la Policía Bonaerense, que está siempre custodiada. No había chances de salir sin consecuencias de ahí», describió uno de los investigadores.
El fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta por ahora no solicitó la detención del imputado. Podrá seguir en libertad mientras continúa el proceso, si se mantiene el criterio penal que impuso en la primera etapa de la investigación. La escopeta será peritada y el dueño del local comercial podría ser citado a indagatoria en las próximas horas.
EMJ