Cayó el “rey de las películas truchas” con 15 millones de pesos en DVDs

Henry P., nacido en Perú, tenía lo nuevo y lo mejor. Sus clientes visitaban frecuentemente sus presuntos depósitos en la villa 21-24 de Barracas y su anillo interno, la Villa Zavaleta, para llevarse bultos de CDs y DVDs copiados ilegalmente y luego venderlos en la feria La Salada en Lomas de Zamora, precisamente en cinco locales del sector de Punta Mogotes, de los cuales Henry era el proveedor exclusivo.

 
Cada DVD podía costar al público, en promedio, unos 50 pesos, la mitad de una entrada de cine. En las últimas semanas, Henry le había presentado a sus compradores sus nuevas novedades en simultáneo con las salas de todo el país: La cordillera, el nuevo film de Ricardo Darín y El fútbol o yo, protagonizado por Adrián Suar. Lo que se veía en los productos de Henry no era una filmación de la pantalla del cine, un archivo pirata de baja resolución; eran, aseguran policías que lo investigaron, de la más alta calidad, originados de una copia master.
 
Henry producía en cantidad, ciertamente. La división Delitos Tecnológicos de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA lo detuvo el miércoles por la mañana luego de tres meses de investigación bajo la firma del juez Marcelo Martínez De Giorgi y allanó sus depósitos. Le encontraron 27 torres quemadoras de CDs y DVDs, capaces de copiar diez discos en simultáneo cada una y 170 mil tapas copiadas. Los locales de la Salada también fueron allanados: se secuestraron 100 mil discos, entre CDs, DVDs y juegos truchos de Playstation 2.
 
Néstor Roncaglia, jefe de la PFA, lo definió como "un perjuicio" a la industria local del entretenimiento. El comisario mayor Raúl Britez, cabeza de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la fuerza, señaló a la organización de Henry P. como "una de las más importantes en cuanto a falsificación en todo el país". Hasta ahora, no pudieron comprobarse vínculos entre Henry y los jefes de La Salada, Enrique "Quique" Antequera y Jorge Castillo, o si efectivamente el peruano tributaba a algún puntero de la zona para vender sus productos.
 
La PFA secuestró teléfonos en el operativo. Se intentará determinar a través de los peritajes no solo si efectivamente se le tributaba a un capo, sino también quiénes filtraron o vendieron a Henry los masters cinematográficos para vender cine argentino de alta calidad en copias truchas.

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