Durante el proceso, se argumentó que hubo un presunto mal desempeño en los expedientes relacionados con la tutela y el cuidado personal del niño.
La solicitud de destitución se basó en alegatos donde se cuestionó la actuación de ambas acusadas. El procurador general subrogante, Guillermo Sancho, representando a la acusación, dividió su alegato en dos partes. En primer lugar, se refirió a la entrega de la tutela de Lucio a su tía política, Leticia Hidalgo, realizada por Pérez Ballester, argumentando que fue un acuerdo entre las partes tras un estudio socio-ambiental. Posteriormente, Sancho decidió no mantener la acusación en dos puntos relacionados con la actuación de la jueza, destacando la idoneidad de la tía para cuidar al niño.
Sin embargo, Sancho mantuvo la acusación contra Catán por no haber controlado adecuadamente la tutela, permitiendo que se desconociera la situación del niño cuando se resolvió el conflicto con la madre por el cuidado personal. Además, señaló que no se comunicó a la autoridad correspondiente sobre la situación.
El procurador argumentó que fue grave no haber permitido que Lucio se expresara, especialmente al cambiar su entorno de vida, y destacó la importancia de escuchar a un niño, aunque sea verbalmente o mediante dibujos. También resaltó la falta de citación al padre para obtener su opinión sobre el cuidado del niño.
Por su parte, la defensa de Pérez Ballester argumentó que no hubo información que advirtiera sobre riesgos para Lucio y que destituir a un funcionario debería basarse en errores reiterados y no en un solo incidente. Se afirmó que se actuó de acuerdo con la información disponible en ese momento.
Las defensoras de Catán también solicitaron la absolución de su defendida y pidieron iniciar una causa por falso testimonio contra un testigo.
El veredicto, que podría llevar a la destitución de ambas acusadas, se espera para este viernes.
