La industria del sicariato continúa tras un 2022 que fue récord en muertes violentas. Esta vez, un hombre fue perseguido y acribillado en el barrio La Guardia.
Por: Agustín Lago
La ola de crímenes en Rosario no tiene freno. En los once días de 2023 ya hubo siete asesinatos, según el Observatorio de Seguridad Pública. El último ocurrió en la noche de este martes en la zona sur de la ciudad, donde un hombre de 30 años fue acribillado. En el mismo ataque resultó herida una joven de 20 años y un nene de 3.
De acuerdo a los primeros datos que recolectó la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro, Walter Matías Grondona estaba en su domicilio de la calle Moreno, en el barrio La Guardia. Allí, dos sicarios golpearon la puerta de su casa y balearon a la víctima ni bien abrió.
Entre los lesionados está el chico que fue trasladado al Hospital de Niños Víctor J. Vilela con un impacto de bala en el glúteo. Además, la joven fue llevada hasta el centro de salud Roque Sáenz Peña con un disparo en una pierna.
Peritos forenses secuestraron en la escena del crimen un revólver calibre .22 –que podría ser de la víctima–, siete plomos deformados, once vainas servidas calibre 9 milímetros y dos vainas servidas calibre 40. Por el material balístico encontrado, desde la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal presumen que los sicarios utilizaron dos armas.
La puerta de la casa de Grondona tenía al menos tres disparos que fueron marcados por la Policía que trabajó en el lugar.
En la tarde de este martes, en las horas previas al crimen, hubo también varias balaceras con personas heridas. Una ocurrió en una garita de colectivos de Presidente Perón y Pascual Rosas, frente al edificio del Centro Municipal de Distrito Oeste. Un hombre de 38 años fue atacado por dos hombres a bordo de una moto y fue derivado al Hospital Clemente Álvarez con una fractura en tibia y peroné de la pierna izquierda. En el lugar se incautaron dos vainas servidas calibre 9 milímetros.
El último ataque armado previo al homicidio fue en Camino Piamonte y Calle 530, en barrio Puente Gallego, en el extremo sudoeste, donde a un adolescente de 16 años le dieron un disparo en una oreja en medio de una riña, de acuerdo a la versión recogida por agentes policiales.
La saga de violencia de enero tuvo un pico el sábado pasado, donde hubo cinco asesinatos en el plazo de seis horas. El primero fue el resultado de un enfrentamiento entre un policía de civil y dos presuntos motochorros que lo atacaron para robarle la moto. El agente recibió un tiro en el pecho, recibió asistencia médica y quedó en libertad, ya que el fiscal que entiende en la causa consideró que actuó en legítima defensa. En tanto, Dylan Sebastián Panuncio, uno de los sospechosos, murió de un disparo en el cráneo
Otro de los crímenes tuvo lugar en Zelaya y Matheu, en la zona norte, donde Ariel del Luján Simoncini, de 55 años, fue atacado a tiros mientras estaba en el interior de un auto estacionado. El cuerpo tenía impactos de bala en el cráneo y en el abdomen. La hipótesis principal es que del interior del vehículo faltaba dinero que había llevado la víctima para comprar una moto en ese lugar, motivo por el que había pactado un encuentro a través de Facebook.