Ariel Máximo «Viejo» Cantero (58) ingresó este miércoles a la sala 10 del Centro de Justicia Penal para ser imputado junto a otras 21 personas detenidas en Rosario.
El día anterior quisieron acusarlo en una videoconferencia que fracasó por problemas técnicos y antes de la reanudación se reportaron amenazas de muerte a los fiscales de la causa.
El episodio trascendió hacia el mediodía, cuando ya habían pasado más de dos horas desde el inicio de la presentación de la evidencia.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) recibió aviso sobre una llamada al 911 en la que mencionaron a los encargados de la investigación que involucra al entorno de Los Monos.
Durante una conferencia de prensa en la ciudad de Santa Fe, el fiscal general Jorge Baclini confirmó que las amenazas ingresaron antes del comienzo de la audiencia. De inmediato le avisaron a la fiscal regional de Rosario, María Eugenia Iribarren, y también se contactaron con la jefa de Policía, Emilce Chimenti, para reforzar la seguridad de los funcionarios afectados.
La causa principal por la que pidieron la captura del «Viejo» Cantero está en manos de Valeria Haurigot y Franco Carbone. En la presentación se sumó Gastón Ávila, que investiga un intento de homicidio atribuido a la asociación ilícita.
Por otra parte, el funcionario provincial que intervino en la organización del traslado de los detenidos consideró que la postergación del día anterior es «preocupante» y tomaron medidas adicionales para llevar a las personas detenidas hasta el Centro de Justicia Penal.
El secretario de Asuntos Penales y Penitenciarios de Santa Fe, Walter Gálvez, recordó que hicieron 1.100 audiencias virtuales desde la declaración de la pandemia de coronavirus. El mismo sistema se utilizó en el juicio a Esteban Lindor Alvarado, rival de Los Monos, aunque con muchas menos acusados.
«Me llamó la atención que no se pudiera hacer», dijo el funcionario provincial en un reportaje con Radio 2 sobre la conexión online. Sin embargo, los defensores de las personas citadas señalaron que este tipo de fallas son habituales y apoyaron de inmediato la decisión de la jueza Valeria Pedrana para llevar a sus clientes al edificio del barrio Hospitales.
La lista de 22 personas detenidas incluye a tres presos de la cárcel de Coronda que fueron trasladados el martes. Entre ellos se destaca Nelson Alexis Aguirre. «Pandu» ya fue condenado por homicidio y otros delitos.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) lo ubica como el cabecilla de una de las bandas que forman parte de la asociación ilícita denunciada a partir de una serie de balaceras registradas en noviembre.
Gálvez recordó que el Servicio Penitenciario había desaconsejado hacer una audiencia presencial porque implicaba un alto riesgo en materia de seguridad. Al respecto indicó que existen «grupos antagónicos» entre quienes fueron detenidos como parte de la organización delictiva que se desprende de «Los Monos».
De hecho, al «Viejo» lo llevaron a una sala diferente de la que utilizaron en el complejo carcelario para alojar a Patricia Celestina Contreras, la madre de «Guille» y el fallecido Claudio Ariel «Pájaro» Cantero.
A partir de la orden de la jueza, el Ministerio de Seguridad provincial coordinó un traslado especial durante la madrugada. Para reducir el riesgo y esquivar las demoras de tránsito de los cortes por los Juegos Suramericanos de la Juventud, se armó una caravana que requirió la participación de casi 70 agentes.
Los detenidos quedaron alojados antes del amanecer en el Centro de Justicia Penal. Hacia las 10 de la mañana comenzó la audiencia. Cantero entró vestido con una campera de Rosario Central, la misma que vestía cuando lo esposaron en su casa frente a un cuadro de la película «Scarface». Fue el único al que le pusieron chaleco antibalas.
Según la hipótesis de los fiscales Carbone y Haurigot, integrantes de «Los Monos» se encargaron de organizar una serie de balaceras a fines del año pasado con el fin de generar «intimidación pública». La lista de objetivos incluyó estaciones de servicio y dos escuelas acribilladas horas antes de las elecciones generales. Una de ellas abrió como local de votación después del ataque para las últimas elecciones legislativas.
Al margen de estos episodios, los representantes del MPA plantearon que Cantero era el encargado de otorgar «permisos» para la venta de drogas en los territorios que tenía bajo su control. En esa línea plantean que su pareja actual Rosa Bibiana Montero, es cómplice en la cúpula de la asociación ilícita.
Rosario. Corresponsalía.
