A la par de que acelera la toma de testimonios, la fiscalía federal de Bahía Blanca, que investiga la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro (22), comenzó a recibir los primeros resultados de informes tecnológicos y científicos.
Unos habían sido pedidos por la justicia provincial, que la semana pasada se declaró incompetente. Otros fueron solicitados por el propio fiscal Santiago Ulpiano Martínez en los últimos días.
Entre los que se encontraban pendientes, se destaca el reporte de la compañía de telefonía móvil a la que pertenece el aparato que utilizaba el joven. Informó que dos antenas ubicadas en la zona de Bahía Blanca registraron movimientos desde su línea. Una está ubicada sobre la RN 3, en el área donde se concentran los rastrillajes el jueves y otra en proximidades del polo petroquímico bahiense.
Según pudo saber Clarín, recogieron actualizaciones de Facebook, alrededor de las 19 del 30 de abril. “Ese informe no necesariamente certifica que Facundo estaba en Bahía Blanca, porque las antenas pueden captar comunicaciones desde sitios de Villarino Este como Ombucta o Cabeza de Buey”, dijeron desde la querella.
Hasta el momento, la última actividad comprobada del teléfono del joven es un mensaje de texto que envió a su amigo Juan Cardona, pasadas las 20, en el que le dice que estaba sin señal ni batería. Antes, sobre las 13, Facundo realizó la última llamada telefónica de la que se tenga registro, cuando se comunicó con su mamá, supuestamente desde Mayor Buratovich.
Entre los resultados de las medidas pedidas por el fiscal Martínez, sobresale el de la pericia realizada al móvil 22788, dominio PQH 491 de Teniente Origone secuestrado el pasado fin de semana. Dio como resultado el hallazgo de pelos y rastros de presuntas manchas hemáticas que serán sometidas a estudios bioquímicos. También se informó de la presencia de una media en el baúl de la camioneta Toyota Hilux que, el 30 de abril, fue utilizada por el teniente primero Alberto González.
El efectivo, a cargo del puesto de vigilancia de esa localidad de Villarino, declaró en la causa que alrededor de las 15 interceptó, ante el llamado de un vecino, a Facundo cuando caminaba a la vera de la RN 3, altura del kilómetro 705. Allí le requisó la mochila y tomó una fotografía del carnet de conductor que llevaba el joven.
Luego, en una primera declaración, dijo que vio cómo el chico subía a una camioneta gris plata, en dirección hacia Bahía Blanca. Más tarde, declaró que siguió su viaje caminando. Resta conocer todavía el resultado del informe de localización y los movimientos satelitales que registró ese vehículo en la misma jornada.
Junto al patrullero de González, la fiscalía secuestró un Chevrolet Corsa Classic de la teniente Siomara Ayelén Flores, que dijo haber trasladado a Facundo desde las afueras de Mayor Buratovich hacia el acceso a Teniente Origione, el mismo día 30. Las pericias realizadas a ese vehículo no habrían arrojado resultados de interés para la causa.
En la fiscalía de Alsina 317, aguardan para este fin de semana los primeros resultados del examen que expertos de la Policía Federal realizan a los teléfonos móviles de los cuatro agentes de la Bonaerense que dijeron ver a Facundo el 30 de abril. Todos fueron entregados a la justicia provincial, antes de que Martínez allanara la subestación policial de Mayor Buratovich.
Además de las líneas telefónicas de González y Flores, se analizan las de los agentes Mario Sosa y Jana Curruhinca. Ambos fueron quienes, alrededor de las 10 de la mañana de ese día, interceptaron al joven y le labraron una infracción por violar el aislamiento. Sosa es quien aparece junto a Facundo y un móvil policial que ya fue peritado sin resultados, en la foto que se filtró la semana pasada y que habría tomado Curruhinca, hermanastra de Flores.