La conductora se refirió al estilo de vida que mantiene durante sus días en Buenos Aires con Valentino, Constantino y Benedicto, mientras Mauro Icardi va y viene desde Estambul con Francesca e Isabella.
Cuando a Wanda Nara le llegó la propuesta para conducir la nueva temporada de MasterChef sabía que el desafío implicaba mucho más que trabajar en la televisión argentina. No se trataba solo de pensar en su carrera profesional sino también en su vida familiar y cotidiana ya que lleva más de 16 años viviendo en el exterior: estuvo en Italia, Francia y ahora acompaña a su esposo, Mauro Icardi, que se encuentra jugando en el club Galatasaray de Estambul, Turquía.
De ante mano, debía instalarse en Buenos Aires, lógico. Y si bien sería por algunos meses, siempre supo que no lo haría sola ya que no estaba dispuesta a alejarse demasiado de sus cinco hijos: es madre de Valentino, Constantino y Benedicto -de su relación anterior con Maxi López- y de Francesca e Isabella -de su matrimonio actual con el futbolista rosarino-.
De esa manera, habló con su marido para reorganizar la logística y que el cambio afectase lo menos posible sobre todo la escolaridad de los chicos. Así, encontraron la forma más efectiva: los tres varones continuarían con los estudios que empezaron en una escuela de Europa -a la distancia, como lo hicieron cuando se mudaron de Milán a París, y ahora a Estambul-, y también irían de manera presencial a un colegio argentino; mientras que las niñas harían lo propio en Turquía, con acompañadas por Mauro Icardi, quien también va y viene con ellas para acompañar a su familia en Buenos Aires sin descuidar su compromiso con el club Galatasaray.
La propia Wanda fue quien lo explicó a través de distintas preguntas que respondió en su cuenta de Instagram, red social en la que tiene casi 16 millones y medio de seguidores. Allí, contó cómo es la escolaridad de sus hijos, por qué estudian en dos instituciones y cómo acordó con Icardi que él se quedara en Turquía con sus hijas, y ella y los varones, en Buenos Aires. Además, no descartó la posibilidad de tener otro bebé.
—¿Cuántas horas dormís, Wan, para estar bellísima?
—Me levanto siempre a las 6 AM. Tengo el horario cambiado, me duermo tipo 1 AM. No estoy durmiendo siesta, que es mi debilidad y que amo (porque estoy en el canal). Siempre obligué a toda mi familia a dormir cuando yo dormía siesta. Ahora nadie duerme.
—¿Cómo hacen tus hijos con el colegio?
—Mis hijos van al colegio acá. Y además siguen a la distancia la misma escuela que hacen sus hermanas. Tienen clases online todos los días con la escuela de Europa adaptadas al horario argentino.
—Si ya lo están haciendo acá al cole, ¿por qué en Europa también?
—Porque ya habían empezado en Europa el año escolar. Porque tienen la posibilidad, porque tienen una mamá un poco exigente, y porque creo que lo mejor que les puedo dejar es una buena educación.
—¿Tus nenas no están con vos? ¿Cómo aguantás, que sos tan madraza?
—Van y vienen con su papá. Es poquito tiempo y volvemos a estar todos juntos. Pero así nadie está solo. Mauro está todo el día con ellas, entrena cuando van al cole. Y yo trabajo cuando los varones van al cole. En este período la que más está fuera de casa soy yo y Mauro me está ayudando mucho.
—¿Vas a tener un hijo más? ¿Te gustaría?
—Este día dije “mi última bebita, Isi”. Hoy sí me veo con uno más. Teléfono, Mauro.
—¿Crees que hay que apostar siempre a la familia a pesar de todo?
—¿En qué lugar estás mejor que con tu familia? Apostá siempre y cuando sea eso lo que te hace feliz. Mis valores y mis prioridades son esos. Cuando sos mamá o papá, tu felicidad pasa a través de las necesidades y la felicidad de tus hijos. Mi familia, para mí, siempre fue y será lo más importante. Solo puedo ser feliz si ellos son felices.