El mundo de la política busca desentrañar si el coqueteo de Tinelli es una broma o una apuesta.
El conductor televisivo deslizó que podría analizar una candidatura y sacudió el tablero; en su entorno dicen que habló con Macri; también conversó con referentes del peronismo; él encargó encuestas para medir su imagen.
El conductor televisivo deslizó que podría analizar una candidatura y sacudió el tablero; en su entorno dicen que habló con Macri; también conversó con referentes del peronismo; él encargó encuestas para medir su imagen.
Marcelo Tinelli cumplirá 60 años el 1° de abril de 2020. Faltan casi dos años. Una eternidad para la política argentina (que puede dar un vuelco en cuestión de horas) pero un tiempo prudente para replantearse un cambio de vida. Esa es la fecha que aparece en el horizonte del conductor cuando piensa en lanzarse a la política. Aunque en el medio, claro, aparezcan las próximas elecciones presidenciales. «Por ahora no», repite Tinelli ante sus íntimos y ante los curiosos que lo consultan, pero…
Solo una mínima insinuación sobre el tema le permitió esta semana volver a probar su influencia sobre el círculo rojo. Todos lo quieren adentro, pero de su lado. Si hasta el propio Mauricio Macri lo llamó el martes para consultarlo, según pudo reconstruir LA NACION. Viejos conocidos, el Presidente le preguntó lo que casi todos quieren saber, pero solo Tinelli puede responder. Volvieron a chatear el miércoles.
Más lo sorprendió el llamado del senador peronista Miguel Pichetto . Se repitió la pregunta y se repitió la respuesta. «¡Tenés que hacer algo!», se despidió el justicialista. Aunque Tinelli dice que «por ahora no», por las dudas, mide su poder de fuego. A las habituales encuestas que encarga antes del comienzo de ShowMatch , el conductor le sumó preguntas de política electoral: «¿Votaría a Tinelli para un cargo político en 2019?». Los datos le dieron confianza: un 49% dijo que podría llegar a votarlo y casi un 15% aseguró que lo apoyaría.
Justamente una encuesta difundida esta semana le generó un sabor amargo y le recordó -sostienen desde su entorno- los riesgos de la política. El 80% de los encuestados por la consultora Giacobbe lo tildó de oportunista. «Es una operación», dijeron enojados cerca del conductor. Y recordaron que el hijo del consultor trabaja para el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Le pareció raro -le confesó a sus íntimos- porque mantiene una excelente relación con la mayoría del oficialismo.
Tinelli se define como peronista, más por la sensibilidad social que por el sello partidario. «Es del interior de la provincia, su viejo era peronista… está claro que quiere jugar con nosotros», anheló un funcionario justicialista que lo frecuenta. Por ahora, solo una expresión de deseo.
El primer peronista que lo visitó en octubre pasado con la misión «presidente 2019» fue Eduardo Duhalde . Como todos, lo quiso convencer de la necesidad de encabezar la reconstrucción de un PJ en crisis . No pudo. También hubo reuniones con Francisco de Narváez . Tampoco pudo. Había charlas cotidianas con los gobernadores Sergio Uñac y Juan Manuel Urtubey (ahora distanciado).
¿El último? Esta semana se tomó un café «de rutina» con el diputado Diego Bossio , con quien mantiene una buena relación. Como siempre ocurre, esta vez también hablaron de política, pudo reconstruir LA NACION.
Pero desde su entorno no perciben la simpatía de Tinelli por el PJ: «Sí, es peronista. Pero más que peronista, Marcelo es un outsider. Viene del fútbol, como Mauricio [Macri]. Hoy está más cerca de Pro», aseguran. El conductor suele conversar con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (el más cercano), con el vicejefe Diego Santilli y el diputado Guillermo Montenegro.
«¿Escuchaste lo que dijo en la última entrevista? ¿A vos te parece que puede jugar con el oficialismo?», cuestionó un peronista a LA NACION. Primero, Tinelli afiló su cuenta de Twitter con algunas críticas por las tarifas y la inflación. Después, el conductor dijo en una entrevista con el periodista Luis Novaresio que no descartaba ser candidato en el futuro y habló de política como nunca antes lo había hecho.
«Siempre tengo una mirada para los de abajo. Que no se enojen los empresarios de arriba, pero la Argentina sale dándoles a los que menos tienen», sentenció el conductor con traje de candidato. Lo que sí tiene claro Tinelli es con quien nunca «jugaría»: Cristina Kirchner . «Lo odian y él no los puede ni ver», dijeron cerca de él, a pesar de que muchos aún recuerdan la imagen de ambos juntos frente al féretro de Néstor Kirchner. Y aclararon que, pese a que fue socio de Cristóbal López en Ideas del Sur, nunca fue kirchnerista. «Estábamos con problemas en la empresa. Vino Cristóbal López, pero podría haber venido cualquier otro tipo y se la vendíamos igual», dijeron desde la productora, ahora bautizada LaFlia y recordaron que mantienen un reclamo judicial por una deuda de US$17 millones.
¿Por qué Tinelli es un personaje tan deseado? Su simpatía, su carisma y un nivel de conocimiento total por parte del electorado. Su éxito como empresario y su capacidad de liderazgo son otras dos virtudes que aparecen en su encuesta. «Sí, tiene ganas de ser candidato. No tiene fecha, pero tiene ganas. Marcelo siempre tiene ganas, pero no sé si finalmente se animará», dijo a LA NACION un amigo que lo trata a diario. En esas conversaciones siempre aparece la fecha límite: su cumpleaños de 60. «¿Si no lo hago ahora, cuando voy a colaborar?», les pregunta a sus amigos.
Los números del conductor
Tinelli encargó su propia encuesta con temas políticos
33,3% podría llegar a votarlo
Un tercio de los encuestados evaluó como una posibilidad apoyarlo en 2019
15,4% seguramente lo votaría
Es el piso electoral con que podría arrancar. Un número más alto que la mayoría de los políticos
69,8% imagen positiva
El empresario tiene como contracara una percepción negativa que suma el 27,5%.
75% simpatía / carisma
Es el principal atributo del conductor, seguido por su capacidad de trabajo (73%)
16 a 49 años
Un 35% de los menores de 50 años lo votaría. ¿El perfil? Vecinos del conurbano con estudios secundarios.