Tenemos que aprovechar el poder de los medios o el cine para abrir los ojos de la gente

Acostumbrado a ser el eterno blanco de los fotógrafos, Johnny Depp cruzó del otro lado del flash para interpretar en el cine al verdadero fotógrafo que documentó una de las peores contaminaciones en la japonesa ciudad de Minamata.

Y después del estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Berlín, habló sobre la mejor forma de aprovechar la fama desviando los flashes a las buenas causas menos conocidas de nuestro planeta.

– ¿Qué tan buen fotógrafo te consideras en la vida real?

– La fotografía es algo que siempre me fascinó, desde los más desconocidos fotógrafos, hasta los grandes maestros. Y en mi relación con la fotografía supongo que las mejores fotos que yo he tomado fueron siempre capturadas por pura suerte, en algún momento determinado. Esas son las que me cautivan mucho más, las que consigo por accidente. Y es lo que tanto también me apasiona de la fotografía, como el cine.

– ¿No habías cruzado del otro lado de la cámara, hace un tiempo, para dirigir el largometraje ‘The Brave’?

– ‘The Brave’ había sido un amor total por la experiencia y el honor de semejante rol en un trabajo donde también sentí que todos los días, mi cabeza estaba a punto de explotar, porque tenía que dividir la idea de ser actor y director, al mismo tiempo. En ese sentido, aprendí mi lección.

– ¿Qué estilo de lección?

– Me encantaría volver a dirigir si yo no tuviera que trabajar también como actor. Yo no me elegiría como actor para una película, eso seguro. Es algo que pensaría mucho más si no tuviera que desfilar tanto, porque odiaría tener que verme a mí en una pantalla, otra vez.

La dirección de su vida es realmente de película. Habiendo nacido en Kentucky, el 9 de Junio de 1963, Johnny había abandonado los estudios de la escuela secundaria a los 15 años, imaginando que podía ganarse la vida como una estrella de rock. Así fue como formó parte de una banda llamada The Kids y todavía hoy tiene su propio grupo que apenas lleva la letra P como nombre, con los que también grabó el tema musical ‘Sands’ que algunos fans pueden descubrir en la banda musical de la película Once Upon a Time in Mexico.

Mas allá de la música, su primera esposa Lori Anne Allison, tuvo mucho que ver con la carrera de actor, cuando en un primer viaje a Los Ángeles, le presentó a Nicolas Cage, el gran responsable de haberle cambiado el destino “En los tiempos en que yo estaba desesperado por conseguir trabajo, cuando tenía 20 años, Nic Cage fue la persona que me propuso que viera a su representante para probar con la actuación” cuenta Depp “Y en aquel entonces estaba tan ansioso por un trabajo que pude haber elegido cualquier oficio.”

Aquel debut en el cine, llegó en el año 1984 con A Nightmare on Elm Street, pero tampoco tardó en llamar la atención cuando en Estados Unidos reemplazó a Jeff Yagher, en la serie de televisión 21 Jump Street. Sin ser el típico actor de Hollywood, siempre conservó un estilo bastante particular, eligiendo la calidad del cine por encima del valor económico. Como cuando interpretó las historias de Edward Scissorhands (1990), Ed Wood (1994) y Donnie Brasco (1997); además de haber sido nominado al Oscar como Mejor Actor, dos años consecutivos, por el personaje del Capitán Jack Sparrow en Piratas del Caribe (2003) y el autor de Peter Pan Sir James Matthew Barrie en Finding Neverland (2004), antes de la tercer nominación como Mejor Actor por Sweeney Todd. Nunca lo vimos con un Oscar en la mano, pero de haber ganado, seguramente lo hubiéramos visto utilizando la fama tal cual como lo vimos este año a Joaquin Phoenix.

– ¿Hasta qué punto se siente la responsabilidad de utilizar la fama, para el bien, como el caso de Joaquin Phoenix y su pasión por ser vegano o la historia en el cine que ahora cuentas con la verdadera contaminación ambiental?

– En el tema de la responsabilidad social o política para los actores… yo creo que como seres humanos nos enfrentamos a veces ante problemas demasiado grandes en nuestra vida. Ya sea con los más grandes incendios o el mundo que está colapsando o lo que sea que pasa. A mí me parece hermoso un símbolo tan simple como el poder de lo pequeño. Y cuando los oponentes a los que te enfrentas son enormes, solamente con gritar no ayuda demasiado, como tampoco ayuda tratar de tirar abajo un edificio, solo. La idea del poder de lo pequeño es la idea de empezar con uno mismo, agregando un granito de arena. Y de a poco, el problema puede llegar a ser cubierto. Por eso creo que todos deberíamos involucrarnos. De verdad. Somos todos partículas de polvo, somos algo pequeño que puede convertirse en algo grande. Y si hay algún tema que necesitamos tratar, deberíamos darle cierta magnitud, dando el primer paso para que la gente después nos siga.

– ¿Pero cómo fue que elegiste contar la verdadera historia de la contaminación que todavía vive una pequeña ciudad japonesa del otro lado del mundo, en ‘Minamata’?

– Con solo leer la historia de lo que pasó en Minamata y el hecho de que todavía suceda, es realmente impresionante. Como lector simplemente me pareció que era una historia que vale la pena contar, en especial porque siento que tenemos que aprovechar el poder de los medios o el cine para abrir los ojos de la gente en temas que sucedieron o continúan sucediendo. Siempre es bueno si logramos tomar una idea para llevarla a una página donde alguien decida o le interese lo suficiente como para firmar un cheque porque este estilo de cine no se consigue todos los días. Por eso creo que tenemos mucha suerte en el honor de contar una historia donde podamos mostrarle a la gente lo que sucede, para generar cierto interés en quienes antes estaban ciegos o ni siquiera sabían que podían preocuparse. Primero tenemos que saber lo que pasa, antes de poder actuar. Y si podemos utilizar al cine para aprovechar el poder de entregar un mensaje, para mí, siempre es un sueño personal que me encanta cumplir.

En el cine, Johnny Depp muestra la historia del verdadero fotógrafo W. Eugene Smith, en medio de una borrachera que también lo habían alejado de sus hijos, en la misma época en que tuvo que vender su equipo fotográfico para pagar las deudas, obligado a firmar un contrato con Fuji Film aunque nunca antes había sacado una foto color. Pero aquella fue la oportunidad de conocer la misma Aileen Minami (que después terminó siendo su esposa), que pretendía que el resto del mundo supiera la contaminación de mercurio que había en la pequeña ciudad japonesa de Minamata. Es así como el fotógrafo Eugene, también propuso la idea a la revista Life, con el siguiente permiso de viajar a Japón, para explorar la situación y mostrar el tema de la contaminación que muestra ahora Johnny Depp en el cine.

– ¿Cómo lograste incorporar en tu actuación el alma del verdadero fotógrafo W. Eugene Smith que incluso estaba decidido a morir cuando encontró el nuevo propósito en la vida, de documentar la contaminación con mercurio en Minamata?

– Yo había escuchado la historia antes… Siempre tuve una extraña fascinación con Eugene Smith, con sus primeras fotografías y cuando leí sobre su vida y lo que había pasado, sus experiencias y sacrificios para capturar aquellos momentos con una foto, quedé totalmente asombrado. Incluso me parecía fascinante que era conocido como W. Eugene Smith y cuando alguien se atrevía a preguntar que significaba la W, él decía que era por Wonderful, por ‘Maravilloso’ Eugene Smith. Después, claro, el trabajo que hizo con su esposa Eileen en Minamata es monumental. Fue una aventura muy peligrosa, totalmente dedicada. Y nunca abandonaron la nave.

– ¿Qué sabías antes de filmar la historia sobre la verdadera enfermedad llamada Minamata, que provoca la contaminación del mercurio en la gente?

– Bueno, cuando yo leí la historia por primera vez, la pesadilla que vivieron por el mercurio y el agua totalmente contaminada, fue imposible creer que nadie podía hacer nada al respecto. Apenas si pude imaginar lo que vivió la gente con algo así. Solo ellos lo saben con exactitud.

– ¿Te identificaste también con Eugene Smith, en su rol de padre?

– Tratamos de enfocarnos más en la historia del desastre ecológico, aunque utilizamos partes que cambiaron su vida, para construir un poco al personaje y darle una historia. Yo creo que Eugene Smith tenía demasiado ruido en su mente aunque tampoco creo que lo haya vivido toda su vida. Pero aquellos que tienen cierta clase de estática, ruido o incluso silencio en la mente, tienden a aislarse. Y me pareció que él era una persona que siempre se aislaba, para encerrarse en su propia forma peculiar de fe. Pero la película tampoco creo que trata solo sobre Minamata, son temas que suceden en todo el mundo. Habla de los gobiernos y las corporaciones que deciden que todos somos partes del millón. Lo poco que entra en una botella o una lata de lo que tomes o comas, termina en el medio ambiente. Para mí, no fue una de esas películas donde yo me quedé sentado en el camarín esperando que pase el humo. Todos nos involucramos con tremenda dedicación, para contar la historia con responsabilidad. Yo solo fui la orgánica naturaleza de la danza entre el actor y el cine.

Por Fabián Waintal

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