Dueña de un estilo que redefine el kitsch, la famosa Tigresa del Oriente llegó al piso del Bailando.
Agradecida, la cantante mandó su "garrita positiva" con cariño al público de la Argentina y de Perú. En una charla muy divertida, en la que dijo: "Marcelo, yo siempre vi el programa de Tinelli", la artista reveló que vio una vez a una pareja con "cara de palo" besándose en los pasillos, ellos eran Fede Bal y Laurita Fernández. Ángel de Brito le preguntó dónde fue eso, y ella un poco vaga en su respuesta dijo "¡por ahí, en los pasillos, así que no les creo!". Pero todo se interrumpió cuando Tinelli le pidió a la cantante que haga unos pasitos del que ya es su hit: Despacito
Luego de un baile.distinto, el jurado fue lapidario. Ángel de Brito confesó ser fan de la Tigresa, pero que eso no podía impedirle ser severo con el puntaje (0). Carolina "Pampita" Ardohain, con algo más de buena fe, la felicitó por su ambición con la coreo, y destacó sus ganas (garras), pero le dijo que ensayara más (5). Moria Casán le dio la bienvenida a la pista y celebró la presencia de la tribuna peruana. Pero en ese momento y con algo de delay, la Tigresa se quejó de la nota que le puso De Brito.
Luego de esa interrupción, Casán destacó que ellos fueron los primeros en traer alegría al show y que, si Andy Warhol viviera, reivindicaría a la cantante (voto secreto). Por último, Marcelo Polino observó que su baile "fue un disgusto a la retina", y sin dudarlo le adjudicó otro cero. Pero la Tigresa, decidida a dar batalla, dijo "yo vengo a traer lo mejor de mí".
El programa terminaba y todo parecía estar tranquilo, pero en ese momento y de golpe, la Tigresa agarró el micrófono de Tinelli y exclamó que renunciaba al certamen por culpa de esos dos hombres que le habían puesto un cero. ¿Será éste el final de la Tigresa, o habrá revancha?