El 2021 fue uno de los años más ajetreados y difíciles para la China Suárez. Si bien consiguió uno de sus máximos sueños profesionales, a nivel personal no fue su mejor momento.
No sólo se separó de Benjamín Vicuña -el padre de sus dos hijos menores, Magnolia y Amancio – sino que quedó señalada como la tercera en discordia entre Mauro Icardi y Wanda Nara. Como si eso fuera poco, este escándalo le hizo perder a su círculo de amigas famosas que no le perdonaron su accionar: Zaira Nara y Paula Chaves decidieron alejarse de ella.
Con este panorama, la actriz tomó la decisión de que su fin de año sea más tranquilo y es por eso que optó por disfrutarlo junto a su círculo más cercano. En este sentido, aceptó la invitación de la diseñadora Natalia Antolín, su íntima amiga, para festejar la llegada del 2022 en su chacra que tiene en Carmelo, Uruguay.
No es la primera vez que la ex Casi Ángeles va a vacacionar a ese lugar, de hecho, fue escenario de una de las tantas reconciliaciones que tuvo con el actor chileno, dado que a fines de 2019 se instalaron allí para darle una nueva oportunidad a su amor. Otra curiosidad es que ese espacio se llama Campo de Magnolias, detalle que inspiró a Eugenia el nombre de su hija mayor con el chileno.
Por estos días, la actriz compartió con sus seguidores de Instagram algunas postales de ese campo en donde está alojada con algunos de sus amigos, y la diseñadora también dejó de ver un poco de su hogar en su perfil. En esta oportunidad, la China no estará acompañada por ninguno de sus tres hijos, que pasaron Navidad con ella pero que el 31 de diciembre lo harán con sus respectivos padres: por un lado, Rufina con Nicolás Cabré, y por otro, los dos menores con Vicuña.
Además, también desde allí publicó en sus redes el insólito accidente que sufrió en esa chacra. “¿Adivinen quién se la dio con el fondo de la pileta?”, escribió en sus stories, con “Yo” como única opción posible de respuesta. Para completar el cuadro de situación, compartió una foto del primer plano de su pera, señalada especialmente con su dedo índice, donde se podía ver la marca del golpe al que refería la consigna.
A continuación, la protagonista de Terapia alternativa mostró un video en el que explicaba con lujo de detalles los motivos del accidente. “Queríamos hacer algo artístico” escribió la actriz para justificar la secuencia. Todo se vio en un videoclip subacuático, en el que involucra a sus amigos responsabilizándolos de sus respectiva partes, en una cadena de situaciones de la que no se salva ni ella misma.
En el reparto de roles, siempre según la versión de Suárez, Tomás Garrahan “me dijo que intente nadar tipo sirena” y Antolin “que me empujara para tener impulso con la pared”. Claro que también dejaba en claro su parte de responsabilidad: “Yo obedecí, pero olvidé abrir los ojos. Todo esto quedó documentado en la lente de Marcelo La Torre, “un director con mucha paciencia y simpatía”.