El Martín Fierro, a la cabeza del gran superdomingo de la televisión abierta.
Hace mucho tiempo que la televisión abierta no vive un superdomingo como el de hoy. A lo largo de esta jornada, entre el jubileo por l as bodas de oro de aquél primer almuerzo frente a las cámaras que tuvo a Mirtha Legrand como anfitriona en 1968, la nueva entrega de los premios Martín Fierro y la entrevista de Jorge Lanata a Woody Allen en Nueva York (estos dos últimos serán emitidos en forma simultánea), los canales de aire esperan al menos por algunas horas recuperar algo del esplendor perdido entre los cambios tecnológicos y el extraordinario cambio de paradigma en los consumos televisivos.
En tiempos de pantallas múltiples, la televisión convencional es consciente de que enfrenta el destino inexorable de una merma en el encendido. Pero todavía confía en el poder del único recurso que los nuevos formatos televisivos no pueden compartir con ella: la atracción que ejerce la actualidad. Y cuando algún acontecimiento se transmite en tiempo real (o en vivo y en directo, como le gustaba decir al Teleonce de Héctor Ricardo García), mucho más fuertes se sienten los canales de aire frente a sus nuevos y poderosos rivales.
No es exagerado decir que este llamativo domingo resulta histórico para la TV de aire de la Argentina. En un mismo día viaja al pasado en clave de homenaje a una de sus figuras más consulares (los 50 años de los almuerzos de Mirtha, hoy en Eltrece), pone la lupa en su presente a través del único premio que el propio medio legitima (la fiesta de los Martín Fierro por Telefé, con la serie Un gallo para Esculapio como potencial gran favorita) y renueva los interrogantes planteados en los últimos tiempos respecto de su incierto futuro, hoy marcado por la disminución del encendido y del rating, así como por el desplazamiento de la audiencia hacia otras variantes y pantallas. Tiempos de reinado del streaming, del modelo Netflix y de la programación a la carta.
De toda la programación fuerte promocionada para este 3 de junio, el anunciado encuentro de Lanata con Woody Allen, que podrá verse dentro del espacio de Periodismo para todos, a partir de las 22 por Eltrece, aparece como el único hecho que podría funcionar tanto en la pantalla de un canal abierto como en cualquier señal de TV paga. Es más: este modelo de entrevista especial ya dejó de atraer hace tiempo a las emisoras abiertas privadas, que a lo sumo podrían seleccionar sus mejores momentos (como ocurre en los encuentros con protagonistas de próximos estrenos de cine) dentro de sus respectivos espacios informativos. Solamente la TV Pública parece todavía dispuesta a continuar con la tradición del ciclo de entrevistas únicas a personalidades de distintos ámbitos, aunque circunscriptas a figuras del medio local.
Más allá de cualquier tendencia, contar ahora con el testimonio de Allen puede tener un valor especial. El silencio que acompañó durante los últimos tiempos al director de Annie Hall, golpeado desde hace varios meses en torno del tema casi obsesivo en el que se mueve hoy Hollywood: cómo una figura consagrada que enfrenta cualquier acusación de abuso o acoso sexual afronta las consecuencias de ese hecho en su carrera presente y futura.
En el caso de Allen, está en juego nada menos que la posibilidad de conocer su última película, A Rainy Day in New York, cuyo estreno mundial se descontaba (como es tradición año tras año) para el segundo semestre. Todo quedó en suspenso después de que Allen fue acusado en enero por su propia hija Dylan Farrow, hoy de 32 años, de haberla molestado sexualmente cuando ella tenía 13. Si Allen llegara a hacerle a Lanata alguna revelación novedosa, la entrevista hasta podría alcanzar repercusión internacional.
Con este recurso espera Eltrece pelearle mano a mano a Telefé un rating que es cada vez más esquivo para los canales de aire. Su rival emitirá a partir de las 19 la fiesta del Martín Fierro , que en otros tiempos le entregaba a la emisora que lo transmitía algunas de las mediciones de audiencia más elevadas de todo el año. Hoy las cosas cambiaron (el inminente Mundial promete números más altos para la TV Pública), pero no al punto de minimizar el interés por ver la única fiesta anual de la tele legitimada por su propia gente, tan inclinada a la autorreferencialidad.
Como ocurre cada año, antes de la alfombra roja el Martín Fierro viene recorriendo desde hace días un largo camino de controversias, suspicacias y reproches, junto a algunas ausencias confirmadas y premios anticipados por quienes dicen saber todo.
Detrás de todas las especulaciones hay dos hechos que garantizan a priori el atractivo de la ceremonia. Primero, hay gran expectativa por saber si el debate sobre el aborto ocupará los primeros planos en materia de vestimenta, testimonios y agradecimientos, así como ocurrió en entregas anteriores con la política. Segundo, quienes compiten por los galardones más importantes representan una nueva matriz en materia de ficción, caracterizada por historias más compactas, innovaciones narrativas, la convergencia entre distintos protagonistas del medio (canales abiertos, productoras independientes, señales de TV paga, operadores multipantalla) para su realización y un plan de exhibición que se extiende a múltiples pantallas y alternativas online. En este cuadro, Un gallo para Esculapio saca chapa de favorito frente a un rival parecido como El maestro para sumarse a una lista dorada que consagró un año atrás a otro título de igual perfil, El marginal.
Del Martín Fierro 2018 también se habla mucho por el lugar que decidió asignarle esta vez la entidad organizadora (la Asociación de Periodistas de Televisión y Radiofonía Argentinas) a Mirtha Legrand, que el año pasado fue la ganadora inaugural de un nuevo reconocimiento, el de Brillante. La diva se involucró en la discusión con altísimo perfil, alimentando todavía más la expectativa por saber qué pasará a lo largo del mismo domingo en el que le toca vivir un acontecimiento único, digno del libro Guinness: 50 años de almuerzos televisados. Habrá un brindis hoy en la mesa de Mirtha para celebrar el aniversario exacto, pero para el festejo propiamente dicho habrá que esperar un tiempo más.
Después de la polémica, Mirtha Legrand aseguró que irá a la ceremonia de entrega de los Martín Fierro Después de la polémica, Mirtha Legrand aseguró que irá a la ceremonia de entrega de los Martín Fierro
En el domingo más fuerte de la TV abierta en muchísimo tiempo, Mirtha Legrand aparece una vez más como gran protagonista. Otra manera de honrar a la gran reina de un medio que trata de disimular los interrogantes del porvenir honrando sus tradiciones y distinguiendo a los miembros de su realeza.