La modelo se refirió a los gastos que afrontó con la llegada de Matilda y aseguró que no hay vuelta atrás en la relación con su ex.
Hace casi un mes Luciana Salazar se convirtió finalmente en mamá. Y la llegada de Matilda, a quien tuvo a través de un vientre subrogado en Estados Unidos, parece haberle aportado la claridad necesaria para romper definitivamente su relación de más de siete años con el economista Martín Redrado.
En el medio hubo una supuesta promesa rota de Redrado de acompañarla durante el nacimiento de la pequeña, y distintas versiones que aseguraban que era él el verdadero padre de la pequeña. Rumor negado enfáticamente por el economista y vagamente por Luli: «Es una historia muy larga, y si hay que explicar cada detalle, es muy complicado. Prefiero mantener el silencio por eso, porque además dí mi palabra. Como dije, yo cumplo con lo que me piden. Después, cada uno verá lo que hace con su vida».
Ahora, en diálogo con el programa radial Agarrate Catalina, Luciana habló, entre otros temas, sobre el alejamiento del político antes de la llegada de Matilda. «No me llamó, pero tampoco me interesa que me llame, ni siquiera me dio la sensación de que tenga esa intención. Yo duermo tranquila porque sé que hice las cosas muy bien, y no me interesa más nada», expresó Luli.
Además, dejó en claro que para ella la relación está terminada: «Es definitivo, yo no quiero saber nada. Creo que se va a arrepentir mucho, pero será cuestión de él, y de cómo está con su conciencia».