Tras la muerte de Gustavo Martínez, expareja de Ricardo Fort y tutor de sus hijos, Marta y Felipe, diversas versiones circularon sobre los motivos que lo habrían llevado a quitarse la vida.
En ese contexto, Felipe Fort lanzó que que su padre lo recibiría “con los brazos cerrados” y el sobrino de Gustavo salió indignado a responderle: dijo que su tío “no merecía tanto desprecio” y acusó a la familia Fort de dejarlo solo y sin dinero. Tal como trascendió, el hombre de 62 años estaba atravesando una depresión y había sido diagnosticado con un principio de Alzheimer.
En medio de esa controversia, y pese a que no acudieron al velatorio, Martita y Felipe despidieron los restos de este hombre de 62 años en el cementerio de la Chacarita. Allí, Marisa López, la niñera que los cuida desde que nacieron, fue interceptada por América y rompió el silencio. “Voy a estar bien por los chicos. Es duro para todos. Me parece que es una muerte violenta y el problema es el castigo a los chiquitos. Está todo el mundo equivocado”, lanzó.
El 25 de febrero de 2004, Ricardo Fort se convirtió en padre de mellizos, Marta y Felipe, mediante la subrogación de vientre. Cuando Fort falleció en 2013, como Martínez era la pareja del empresario y una de sus personas de mayor confianza, fue él quien se hizo responsable de la crianza de los dos adolescente que están cerca de cumplir su mayoría de edad.
Al respecto, en marzo de 2021, Marta había dicho: “Él es mi tutor, es mi padrino. No le digo papá porque él no quiere”. Para Gustavo, el único padre de los niños era Ricardo.
Ahora, tras la muerte de Gustavo, el abogado de la familia, César Carroza, asumirá la tutela hasta la semana que viene, cuando ambos adolescentes cumplan 18 años.
Ellos tienen planificado radicarse en Miami al alcanzar la mayoría de edad, cuando -además- tendrán acceso a parte de los bienes que les dejó su padre. Al parecer, según pudieron reconstruir los investigadores policiales, esto habría decepcionado a Martínez, que no estaba incluido en los planes.