"Está avinagrada", escribió el periodista Ricardo Roa en una editorial donde se critica fuertemente la postura de la conductora en la nota al Presidente de la Nación.
Fuerte interna en el Grupo Clarín: atacan a Mirtha luego de la entrevista con Macri
No son horas tranquilas las que se viven en el Grupo Clarín tras la comentada entrevista de Mirtha Legrand a Mauricio Macri y Juliana Awada.
La conductora cenó el sábado con el Presidente de la Nación y la primera dama y fue muy filosa con las preguntas y los comentarios al Jefe de Estado.
Desde el diario Clarín, se publicó una fuerte editorial de Ricardo Roa, donde cataloga a Mirtha de estar "avinagrada" y "pesimista" con respecto al Gobierno.
ESTA ES LA NOTA PUBLICADA EN EL PERIÓDICO:
"La Argentina es el país de los gatos con cinco patas. Todo el mundo ve una quinta pata para demostrar que ve al gato. Terreno difícil de comentar. Pero la suma de los hechos habla por sí sola.
Mirtha Legrand le dice al Presidente: "No se me haga el cocorito". El entrevistador, la entrevistadora, casi habla más que el entrevistado. Un presidente que accede después de años a una entrevista sin guión.
Las preguntas no son preguntas sino afirmaciones. O palazos. Uno tras otro. La señora Legrand no dice (como decía) que ella hizo a Macri Presidente. Ya no se hace cargo. Habla como una votante desilusionada. Habla en nombre de los votantes desilusionados.
Hay una especie de sentimiento de culpa o de singular vergüenza: el de los periodistas que no quieren parecer oficialistas. Es un fenómeno extendido. Una especie de complejo que los induce todo el tiempo a buscar equiparar a este gobierno con el anterior.
¿Mirtha ha sido tomada al menos en parte por esa actitud? Le dice a Macri: "Ustedes no ven la realidad". El Presidente es ciego y no ve que su gato tiene cinco patas. Ese es el mensaje. No está mal que esto pase. Al revés, está muy bien: de eso se trata la democracia. Nada de entrevistas guionadas como las de Cristina, en las que ella sabía de antemano lo que los periodistas le iban a preguntar.
Aznavour dice que a su edad no tiene sentido presumir. Es una persona de edad, no un viejo. Como la señora Legrand, que con su sagacidad y su naturalidad para preguntar puede exhibir a un presidente sin casetes.
El mensaje que más llega es que Macri no sabe cuánto gana un jubilado. Sería necesario que el Presidente lo supiera. En su catarata de pesimismo, Mirtha hasta revivió al comisario Fino Palacios. No queda claro el porqué.
A veces no contestar es la única manera de conservar la calma. Macri responde enojado y a menudo a la defensiva, mientras su mujer interviene desde el afecto para respaldarlo y Mirtha, avinagrada, no encuentra contradictorio leer chivos y publicidades desde la misma quinta presidencial.
Luis Barrionuevo no es Mirtha, por supuesto. También es necesario aclararlo aunque cualquiera lo sepa: no da para confusiones reales, sí retóricas. Su desilusión con el Gobierno le demostró que el macrismo no está preparado para la función pública. Otra pregunta: ¿qué gobierno estuvo preparado?
El kirchnerismo fue maestro de diagnósticos sin remedios. Sigue siéndolo. Báez, joven, hace un testamento: sus hijos herederán 30 años después de su muerte. Agatha Christie hizo una novela con un argumento parecido: El tren de las 4:50. El video de Martín Báez festejando la plata sucia del padre en La Rosadita es el legado de Lázaro a sus hijos.
Agatha Kirchner acusa a Gabriela Michetti de manejos turbios con la pauta publicitaria del Senado. Cristina es experta en pauta: la manejó como nadie para comprar medios y para comprar militancia periodística. Datos del primer semestre del 2013: 7 diarios que sólo tenían el 15% de la circulación recibieron el 98,5% de la publicidad oficial. Los diarios independientes, el 1,5%. El grupo que más plata recibió fue el de Szpolski-Garfunkel, que cerró sus medios y dejó un tendal de despidos después de la caída de Cristina.
La quinta pata es clara: lo que deliberada o distraídamente se busca imponer y algo o bastante se va consiguiendo es que poco cambió. Si antes no estaba bien y ahora tampoco, mejor abandonar las sobreactuaciones.