El juicio por difamación que enfrentaba Rebekah Vardy contra Coleen Rooney, por el caso conocido como Wagatha Christie, llegó a su fin.
Después de una disputa legal entre dos amigas que comenzó en 2019, la jueza Karen Steyn determinó que la esposa de Jamie Vardy, futbolista del Leicester City, era culpable de filtrar información privada de Rooney al diario The Sun. Luego de una semana de testigos y audiencias, Vardy no pudo demostrar su inocencia.
Todo comenzó hace tres años, cuando las dos eran amigas y mantenían sus cuentas de Instagram en común, hasta que Coleen se percató de que uno de sus contactos filtraba su información íntima y descubrió que se trataba de Rebekah. Al parecer, la esposa del exfutbolista Wayne Rooney, quien acaba de fichar como entrenador del DC United de la MLS, solo compartía algunos datos con sus seres más cercanos, por lo que le fue fácil saber quién era el encargado de las filtraciones.
Luego de que Vardy fuera acusada por su amiga, decidió demandarla por difamación en la búsqueda de limpiar su nombre. Así que desde ese momento se encontraban envueltas en un juicio que parecía interminable, hasta el día de hoy.
Las WAG (wives and girlfriends), como también son conocidas en Inglaterra, se vieron nuevamente las caras desde el 10 de mayo para dar sus evidencias ante la corte de Inglaterra. Vardy intentó demostrar que la encargada de las filtraciones había sido su agente Caroline Watts, pero no lo logró, ya que la jueza descubrió que se habían alterado algunas conversaciones de WhatsApp que podrían tener pruebas contundentes sobre su culpabilidad.
Una vez que dio el veredicto, la jueza declaró que Rebekah “conocía, aprobaba y participaba activamente” en las filtraciones a los medios de comunicación por parte de su agente, además de que “ocultó deliberadamente pruebas” durante el juicio, como la eliminación de mensajes.
Es así que la reclamación de 3.054.290 de dólares que pedía Vardy por difamación se esfumó y ahora faltará esperar la sentencia de las autoridades para saber cuál será la reparación del daño que ella tendrá que pagarle a su contraparte.
La operación encubierta de Coleen Rooney para atrapar Rebekah Vardy
Cuando Coleen se percató de que la información íntima que ella había compartido en su Instagram comenzaba a rondar en los medios de comunicación, decidió hacer un plan de acción para descubrir al impostor. Ella ya tenía una ligera sospecha, pero decidió limitar sus seguidores de perfil en perfil hasta descubrir que Vardy era quien filtraba todo. Una vez que lo supo, publicó, con vista restringida únicamente para Rebekah, algunas historias falsas para comprobar que después serían filtradas por ella, y así fue.
“Después de mucho tiempo intentando averiguar quién podía ser, tuve una sospecha, por varias razones. Para confirmarla, tuve una idea. Bloqueé a todos mis seguidores de Instagram excepto una cuenta. He hecho pantallazos, y los he guardado, de todas esas historias y claramente demuestran que una persona las vio. Era la cuenta de Rebekah Vardy”, explicó Rooney a través de un comunicado.
Estas habilidades de detective fueron reconocidas por todos los fans, por lo que bautizaron el caso como Wagatha Christie, en honor a la novelista de historias detectivescas Agatha Christie. Pero eso no fue del agrado de Vardy, ya que de inmediato quiso deslindarse de las acusaciones y, además de negarlo todo, demandó a su examiga por difamación.